En Chile el caso político-judicial
del empresario Spiniak y el vínculo de dirigentes politicos con
sus orgias perfiladas con explotacion y abusos a menores, no cesa. Si
la derecha extremista, Unión Demócrata Independiente, creyó
que la mejor defensa era el ataque, olvidó que toda ley tiene sus
excepciones.
Tanto el caso Spiniak, donde aparecen involucrados nombres de destacados
politicos, como el show de más de mil 500 putas ante la llegada
a Valparaíso del porta aviones „Ronald Reagan“ forman
parte de labores empresariales enmarcadas en la política de libre
mercado. Es parte del Chile de hoy.
La movilización de las prostitutas al puerto fue como rememorar
alguna parte de un capítulo de la novela de Vargas Llosa, „Pantaleón
y las visitadoras“ que trata justamente de putas y militares.
Lo de Valparaíso es un fenómeno asombroso para una mentalidad
clásica, pero completamente normal para una sociedad que ha hecho
de la política de libre mercado un credo: aprovecharon la oportunidad
empresarial de la llegada de los marines con dólares no sólo
las putas, sino también los dueños de Pub, de restaurantes
y los comerciantes especializados en comida norteamericana.
Ha sido la aplicación del modelo hasta las heces, comentó,
enjolgoriado, un economista graduado en la Universidad de Chicago.
Además los mirones soportaron largas esperas en sus
automóviles para observar el gigantesco porta aviones; éstos
vuelan para bombardear países, ciudades, pueblos. Eran como indígenas
mirando el primer caballo y el jinete con armadura de los conquistadores,
dijo otro graduado.
En los años 70, aquellos que éramos estudiantes saliamos
a protestar contra las visitas de los indeseables marines norteamericanos.
Aparecían los marines para realizar la Operation Unitas, ejercicios
navales conjuntos para aplicar en alguna guerra contra algún pueblo,
entre otros objetivos. Los marines desembarcaban con su banda y normalmente
no alcanzaban a interpretar sus temas militares. Tomates y huevos eran
las armas de la razón solidaria con Vietnam u otro pueblo agredido.
Ahora los reciben millares de putas para presentar una oferta variada
en precios, caras, culos. Y no es que los marines no estén agrediendo
a algún pueblo, ya vemos qué hacen en Irak. Mi explicación
es que la aplicación del modelo es tan extrema que influye, sin
duda, en los comportamientos, o sea en los valores de la sociedad entera.
La primera víctima del modelo es la solidaridad, pues la divisa
suprema es la competencia salvaje para ganar dinero.
El modelo de libre mercado efectivamente produce dinero para
un sector, pero erosiona y pudre a la humanidad .
En el
caso de Valparaíso la brisa se lleva los hedores, pero no en Santiago
donde en estos meses se instala el gigantesco hongo de la contaminación
y donde se ventila, en oficinas judiciales, otro caso emblemático
del modelo de libre mercado, el del empresario Spiniak, los políticos,
y el abuso de niños de familias sumidas en la miseria. Pobreza
producida por el modelo. Un círculo que permitió al empresario
consumir 400 millones en sus placeres arrancados a niños que carecen
hasta de esperanzas.
El caso del empresario Spiniak es más que una anécdota social-política.
Este empresario, ingeniero comercial de profesión, también
aplicó todas las teorías y enseñanzas de la política
de libre mercado.
Perfiló el consumo de proxenetas y menores de edad de un segmento
rico de la sociedad, y organizó una empresa. 11 personas se preocuparon
de la organización del placer obtenido sobre la base de reclutar
y seleccionar niños de la calle y del consumo de distintas drogas.
La organización contaba con 8 casas, departamentos, gimnasios,
todos ubicados en el Barrio Alto: Las Condes, Vitacura, Lo Barnechea.
Hasta los tipos de orgías estaban clasificados.
En el curso del proceso a este empresario y su directorio, cuyos detalles
y testimonios en el sumario contienen casi 29 tomos, han declarado cerca
de 300 personas. Uno de los recientes políticos mencionado por
dos proxenetas como cliente de la firma ha sido el alcalde Demócrata
Cristiano de Valparaíso, Hernan Pinto. El juez investiga si participó
en el abuso a menores.
El ex-ministro
de Pinochet, senador, Jovino Novoa, nombrado presidente de la UDI, no
puede quitarse de encima la sospecha, para muchos certidumbre, de su participación
en maltratos y abusos en la empresa de Spiniak.
La principal acusadora es Gemita Bueno, la joven que lo reconoció
como uno de sus abusadores en una de las casas de Spiniak. El ex-ministro
de Pinochet, el senador Novoa, se querelló contra la joven por
falso testimonio y quiere arrastrar hacia la cárcel al sacerdote
que la ha apoyado. La red de la derecha fundamentalista en Chile tiene
una gravitación enorme y, obviamente, también está
representada en el poder judicial.
Y la demanda civil contra el canal 13, por divulgar la acusación
de abusador de Novoa, persigue obtener una indemnización de millones
de dólares; representa un brutal atentado en contra de la libertad
de información. Se trata de tratar de acallar a un medio de expresión
mediante la destrucción de su patrimonio.
Pero al mismo tiempo el abogado de Gemita, Hernán Montealegre,
busca producir el careo entre Novoa y Gemita Bueno. La joven asegura conocer
partes íntimas del dirigente político que hasta ahora se
niega a re-conocerla.
Montealegre, abogado conocido por sus actividades en defensa de los derechos
humanos durante la dictadura de Pinochet, ha asumido la defensa de Gemita
Bueno y anunció querella en contra de Novoa por abusos sexuales
con violencia.
En las orgías del empresario Spiniak se torturaba a algunas jóvenes.
No debe parecer extraño, hay que tener presente que muchos de los
participantes son o eran pinochetistas consumados. Participaron en altos
cargos durante ese régimen que hizo de la tortura a los opositores
una sistemática. Y no todos los torturadores han sido procesados,
no han recibido sanción judicial alguna. Deambulan por las calles
del país buscando víctimas. El eslabón más
débil de la cadena son los niños pobres, esa fue la ventaja
comparativa producida por el modelo de libre mercado que aprovechó
el empresario Spiniak.
Miguel
Gómez S
a fines de julio,
04
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