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Latinoamericanismo, norteamericanismo. Presidente,está linda la mar. |
Mi pais / 6 |
Inolvidable es, también, el mar para los bolivianos, y, ensimismado, me he visto boliviano 2 mil 4 estupefacto ante el título de la novela. „Margarita,está linda la mar.“ ¿Será verdad que es tan linda la mar? Los bolivianos quieren saberlo y muchos los apoyan. Por ejemplo, la asamblea permanente de derechos humanos de Ecuador echó a andar una campana de apoyo a la petición de salida al mar para Bolivia. La oportunidad la dicta el hecho de que se cumplirán ahora ya 100 años desde la firma del tratado que selló ausencia a mar para Bolivia, Antofagasta para los chilenos. El mar será tema obligado durante el 2mil4. Y no sólo en Chile o Bolivia.
Chile está y quedará aislado en relación a este problema
si es víctima del aserto de algún historiador que acusó
a los chilenos de ser faltos de imaginación. Una calificada necedad
tan grande como la de Vicuna Mackenna quien, citando a un viajero norteamericano,
aseguró que los mapuches carecían de memoria 1.
Esa política dañina se potenció con el acceso a la presidencia del republicano, George Bush, y el 2 mil 4 viene amenazante sobretodo para el derecho a la vida. Creo que muchos hemos leído los balances precupantes, amargos y no pocas veces desesperanzadores de los analíticos o sintéticos de fin de año. En alguno de estos balances publicaron declaraciones del embajador de Estados Unidos en Chile, William Brownfield. Dijo que el 2003 había sido un año de coincidencias y progresos con Chile. Luego de las diferencias en la Onu los dos gobiernos están coincidiendo „casi en todo“. Haber coincidido casi en todo con el gobierno del presidente Bush en el 2 mil 3 tiene un profundo significado, pues nunca antes se había dado un período en que la mayoría de los países han expresado malestar, rechazo, y oposicion a la política exterior norteamericana. Por eso no puede sino sentirse objeto de una agresión política del gobierno concertacionista, muy grave por cierto. Mientras
el presidente Lagos y su ministra de relaciones, Soledad Alvear, conforman
una política definida como norteamericanista, el presidente obrero
de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva configura una política latinoamericanista,
sin ser antinorteamericana. Por ejemplo respecto del ALCA.o de Bolivia
o de Venezuela. Creo que el latinoamericanismo del presidente Luiz Inacio Lula da Silva representará el desarrollo en el 2 mil 4 de una campaña feroz en su contra y que será orquestada desde los Estados Unidos. La campaña será disenada naturalmente sobre la base de problemas reales, algunos pueden ser acentuados desde afuera, con tales o cuales medidas, y alimentando con dinero fresco a una oposición siempre bien dispuesta a asaltar el poder. Es nuestra experiencia, la chilena con Allende, y es lo que actualmente se desarrolla en Venezuela. Si algun@ se hubiera sorprendido de la posición de la derecha UDI sobre el tema de la salida al mar de Bolivia querría decir que se es un despistado o para no ser tan tajante una persona muy mal informada en política. La UDI como era de rigor esperarlo, ha exigido del gobierno del presidente Lagos que asuma una postura más enérgica frente a las declaraciones de apoyo a la demanda marítima boliviana realizadas por Chavez y Fidel Castro. Sin perder el hilo conductor la UDI no se refiere a las declaraciones de apoyo de Brasil, Uruguay ni a las ofertas de mediacion del expresidente Carter o de Kofi Annan, Secretario General de la ONU. La UDI es la derecha uniformada, digamos que mantiene vínculos estrechos con altos oficiales militares. Por eso cuando oigamos que ella habla de doctrinas permanentes o políticas de Estado serán las voces del ejército. Porque uno de los grandes problemas del país, Chile, es sin duda que muchos de nosotros sino todos, digamos la sociedad civil, somos prisioneros de la derecha y de las fuerzas armadas. La Constitución impuesta por una dictadura militar no ha podido ser reformada en plenitud por la oposición de la derecha, y mucho ha costado procesar a los responsables uniformados de violaciones graves a los derechos humanos por las mismas razones. Este es, en rigor, el nudo gordiano. Cortarlo es una tarea intelectual y política de gran envergadura, de cara al nuevo siglo donde deben imperar, efectivamente, los derechos humanos, en primer lugar el derecho a la vida.
M. Gómez
S. segunda semana de enero, 2 mil 4
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