vuelve a la ultima polemica

6-08-2003

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El esclavismo base de la felicidad desarrollada

o

porqué el celular chorrea sangre

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    ¿Quién recuerda el viaje del presidente norteamericano al Africa? Pocos seguramente, pero durante esa visita ese continente fue vedette internacional, pues el poder lo recorría y, como es obvio, el poder se acompana de legiones de medios de comunicación mundiales. Normal, con ideas ya sazonadas.
Para no olvidar ese viaje guardé algunos titulares de diarios europeos. Uno decía: el Sida, el hambre y las guerras civiles arruinan el Africa. Luego venía una breve descriptiva de esos factores. El colofón: Africa es realmente el continente negro.
Discrepo de que el color negro sea símbolo de lo negativo. Esa idea-imagen fue elaborada por los blancos.
Creo que la esclavitud y el saqueo colonial desvertebró al Africa y el neocolonialismo lo sacude, lo estruja, lo abusa, lo violenta, lo roba. Ese poder ha creado, además, mafias africanas que se dedican a satisfacer las ansias de las firmas que se benefician de las riquezas de ese continente.
Ejemplo nítido ha sido la guerra en la República Democratica del Congo donde sobre los cadáveres de millones de africanos, arriba, sobrevuelan buitres belgas, holandeses, norteamericanos, alemanes y kasajos para apoderarse del coltán. El primer proceso que inicia el Tribunal Penal Internacional es sobre los crímenes en el Congo.
El coltán (columbio y tantalio) ha sido una maldicion para el Congo escribió un periodista africano. En cambio los beneficiarios son todas las grandes empresas que venden los teléfonos móviles, pues alli en las baterias está el coltán. Es un material de alta capacidad para regular el voltaje y almacenar energía. Prolonga la duración. No hay que cargarlo a cada rato para satisfacción de millones de usuarios. De muchos de nosotros. De manera que es preferible cargarlo a menudo.
Algunas ONG han desarrollado la campaña: „Que no haya sangre en mi celular“. Esta incita a comprar celulares sin coltán. Dificil tarea pues es como si nos pidieran renunciar a nuestro principal utilitario de comunicacion, también, a veces, juguete. Las iniciativas tendrían que considerar mejor el factor de lo posible. Creo.
El coltán se utiliza también en la construcción de los misiles „inteligentes“ que destruyen bienes materiales y la vida, de forma preferente de civiles.
Y sucede que el 80 por ciento de las reservas están en el Congo, asolada por una guerra desde 1998. Una paz precaria fue firmada el 2 mil 2. Un gobierno, también precario, está aún en funciones cuando escribo. Veremos si logra cumplir el plazo hasta las elecciones.
La guerra contra la República Democrática del Congo la desarrolló un grupo rebelde al gobierno del hijo de Cavila. Ese grupo contó y cuenta con el apoyo de Ruanda y Uganda, los cuales, a su vez, tienen el respaldo de...adivinen... por supuesto.
El presidente Bush visitó Uganda y Nigeria (este último es el sexto productor mundial de petróleo) no para hablar de esa guerra, la del Congo, que registró millones de víctimas, sino para exponer sobre el terrorismo y el sida. Condenó, también, el esclavismo que se desarrollo en ese continente.
Esclavos hubo, por supuesto, también en EE.UU. „La cabaña del Tío Tom“ popularizó este flajelo en Norteamérica, aunque después se criticó con dureza a sus personajes por su actitud cristiana resignada. Sé que hay cristianos que no se resignan, Aclaro.
Dos siglos y medio de esclavitud crearon los fundamentos del desarrollo en EE.UU. Cinco siglos de esclavitud crearon la Europa desarrollada. La felicidad desarrollada que muchos envidian tiene como base el sudor, la sangre y las lágrimas de millones de esclavos.
En la cumbre de Durban, Africa del Sur, estuvo presente el tema del esclavismo vinculado a la reparación a los descendientes de los que fueron esclavos. En EE.UU. se han presentado proyectos de ley para reparar el crimen de la esclavitud, aunque no prosperan.
En Europa los Estados nazis debieron indemnizar a quienes impusieron el trabajo esclavo durante la segunda guerra mundial.
En Chile también el gobierno pospinochet a indemnizado a las víctimas de esa dictadura militar. Ahora se debaten nuevas reparaciones.
Sin duda que hay diferencia entre lamentar, condenar y reparar. Los poderes coloniales, neo ahora, sufren, a veces condenan, pero no reparan. Ni siquiera otorgan a los países no desarrollados, (los cuales no han tenido esclavos, han sido esclavos o semiesclavos) el miserable 0,7 del producto.

El exceso y velocidad informativa son tales que muchos podemos ya no recordar qué sucedio la semana pasada e incluso la jornada de ayer puede ya estar sepultada en una memoria atiborrada . Este factor, que mucho tiene de entrópico, cohibe, muchas veces, las posibilidades de analizar los hechos. Los diarios nos hacen tragarlos, sin chance para digerirlos.
Reconocida nuestra condición de amster sobre la rueda tienen mas éxito aquellos diarios que ofertan sólo títulos y contadas líneas acerca de tal o cual suceso. Suman servicios más alguna en pelotada para completarlos. Mientras menos elementos de reflexión, mejor para los negocios. La televisión es inmencionable.
Pero si trato el tema del esclavismo debo referirme a la presidencia italiana de la Unión Europea. Uno de los temas relevantes de estos meses será la inmigración ilegal a este primer mundo.
Se refieren a los antiguos y nuevos esclavos que tratan de sobrepasar la barrera, el muro electrónico vigilado por tierra, aire y mar, para llegar allí, aquí, donde se encuentra la felicidad. Los que pretenden entrar ni siquiera alcanzan a ser Epsilones, son aún de niveles inferiores, quizás Salvajes. Provienen de los países del Este, mundo árabe y Africa. También de Latinoamérica, nuestro continente, pero aquellos que buscan a la „madre patria“ no son reconocidos.
En el mundo feliz se ha repetido desde la Ilustración que esta gente, o sea nosotros, somos o hemos sido monstruos, salvajes, miserables...Los aborígenes de la Patagonia fueron exhibidos en circos para placer de los habitantes del mundo Uno.
Y no ha existido ni hay una política de Estado que eduque al europeo sobre el colonialismo y el neocolonialismo. Por el contrario se despliega siempre una campaña contra los extranjeros de los países pobres. La identidad de esa politica es derechista, pero no hay una politica de Estado contraria, enérgica, educativa, formadora.
La conciencia habitual de la gente común, digamos, los Deltas, si ve otro color de piel o sabe que provienen de ese último mundo, enseguida se manifiesta la imagen repelente repetida hasta la saciedad. Y a menudo los portadores de esa conciencia habitual, primitiva, pueden ser agresivos en extremo. Siempre hay noticias de este racismo de primer nivel.
Por eso no les produce extraneza que en Viena quede un africano tendido en una calle, sin conocimiento, y que aún reciba golpes de la policia. Ese africano sano, fuerte, tuvo que ser reducido por 5 o 6 o más personas para administrarle una inyección calmante. Durante un largo tiempo, en esa calle, lo miraron indiferentes o quizás con rabia, odio incluso, los sanitarios que ayudados por los policías lo redujeron. Le pisaban las piernas, como se advierte en un video que filmó un aficionado. Y que después ese africano se muera en el hospital adonde fue conducido tampoco produce estupor entre esa gente. Este casi no es excepción, es uno entre muchos.
Es doloroso, conmueve, indigna esa muerte evitable. Pero hay que pensar en que hubo un aficionado que se atrevió a filmar y que ese video es una prueba contra esa canallada. Y luego que exista al menos una revista „Der Falter“ que informe y denuncie ese hecho. Son los factores positivos que siempre tendré que destacar. Es la mejor forma de solidaridad.
Sólo en apariencias no tiene nada que ver con lo anterior, con la muerte del africano en Viena, el que durante esos mismos días fuera encontrado muerto en otra calle, en Londres, el experto en armas, asesor del gobierno británico, David Kelly.
El había informado a la BBC que el gobierno de su país había exagerado, hinchado, la peligrosidad de Irak para permitir la guerra. El Ministerio de Defensa de su Majestad le declaró a él la guerra. Y terminó también muerto en una calle. Dicen que ese profesional, tan calificado y de tan alto nivel, fue presionado brutalmente. Temía perder el trabajo o la pensión o ambas. Cosas del mundo feliz, donde todavía no se administran drogas para pasar los malos momentos. Holanda sí lo hace, allí puedes comprar el Soma en cualquier esquina. Y viajar a la eternidad momentánea.
Dos muertes, un negro en Viena, un blanco en Londres. Ambas producidas por el mismo poder, ese que quiere gobernar el mundo sin contrapesos. Productores del pensamiento único, como se ha escrito.
Nuevo retorno, al tema: la presidencia italiana de la Unión Europea quiere en estos seis meses coordinar la defensa de sus fronteras frente a la inmigracion „ilegal“. Quiere que participen todos los países europeos, con efectivos policiales y militares, más los elementos correspondientes, y quiere, además, que los gastos sean compartidos.
Esta política contra los inmigrantes se ha venido creando país por país. El Mediterráneo es ya un mar vigilado. Incesantes los recorren buques de Espana, de Francia, del Reino Unido, de Portugal e Italia. Día y noche patrullan tras la caza de inmigrantes.
Además Europa legisla para facilitar los trámites de las repatriaciones de ilegales, y para dificultar las residencias de los inmigrantes. Dinarmarca impone como obligación conocer el idioma y exige un examen de ciudadanía. El Reino Unido propone que sean barcos de guerra y aviones militares. En Italia un político de la derecha fundamentalista propone bombardear las pateras. Alemania, más „viva“ permite una inmigración calificada, o sea coger a los profesionales ya formados en los países del último mundo.

Definitivo, por ahora. Después de escribir estas líneas recomiendo la lectura de „Un Mundo Feliz“ de Aldous Huxley, inglés, pues su genialidad intituiva todavía, quizás hoy mejor que hace mas de 6 décadas, contribuye a la comprensión de la fase , por condicionamiento casi escribo histórica, que actualmente vivimos.
„Un mundo feliz“ es una visión de un mundo posible, con gentes condicionadas en su manera de pensar, (tener cabeza o pensar como CNN es ya un condicionamiento). Pero comentar ese libro sería ya otro escrito.
Hay una expresión sí, del libro, que quiero recordar. Es cuando uno de los dirigentes de ese mundo feliz dice que „la población óptima es la que se parece a los icebergs; ocho novenas partes por debajo de la línea de flotación, y una novena parte por encima“. „Un Mundo Feliz fue publicado en 1930, o más bien el 31, creo, aunque la memoria traiciona.
En cambio „Die Globalisierungsfalle“ o „La trampa de la globalización“ , de Hans-Peter Martin y Harald Schumann, fue editado en 1996, al menos el ejemplar que yo tengo tiene esa fecha, y este libro en sus primeras páginas informa de los planes de dirigentes económicos, politicos y cientificos, la élite mundial reunida en 1995 en USA.
Allí esos „líderes“ redujeron el futuro también al iceberg, a un par de números: „20 a 80“. Un 20 por ciento de la poblacion bastará para hacer funcionar el mundo. Ese 20 por ciento, participará, por tanto, activamente en la vida, el beneficio y el consumo, no importa en qué país.
Y conste que no hablamos de ese mundo marginado, el de los Salvajes, los que quieren ingresar por la fuerza al mundo de los alfas, gamas y otras letras griegas. Son los africanos, latinoamericanos, asiáticos, árabes que están afuera. Y para asegurar que sigan afuera Europa „echó el cerrojo“ como ha escrito un diario espanol, que por pura casualidad se llama „El Mundo“. O tal vez a propósito.


Ultima semana de julio, verano pleno, invierno pleno.