¿Quién recuerda el viaje
del presidente norteamericano al Africa? Pocos seguramente, pero durante
esa visita ese continente fue vedette internacional, pues el poder lo
recorría y, como es obvio, el poder se acompana de legiones de
medios de comunicación mundiales. Normal, con ideas ya sazonadas.
Para no olvidar ese viaje guardé algunos titulares de diarios europeos.
Uno decía: el Sida, el hambre y las guerras civiles arruinan el
Africa. Luego venía una breve descriptiva de esos factores. El
colofón: Africa es realmente el continente negro.
Discrepo de que el color negro sea símbolo de lo negativo. Esa
idea-imagen fue elaborada por los blancos.
Creo que la esclavitud y el saqueo colonial desvertebró al Africa
y el neocolonialismo lo sacude, lo estruja, lo abusa, lo violenta, lo
roba. Ese poder ha creado, además, mafias africanas que se dedican
a satisfacer las ansias de las firmas que se benefician de las riquezas
de ese continente.
Ejemplo nítido ha sido la guerra en la República Democratica
del Congo donde sobre los cadáveres de millones de africanos, arriba,
sobrevuelan buitres belgas, holandeses, norteamericanos, alemanes y kasajos
para apoderarse del coltán. El primer proceso que inicia el Tribunal
Penal Internacional es sobre los crímenes en el Congo.
El coltán (columbio y tantalio) ha sido una maldicion para el Congo
escribió un periodista africano. En cambio los beneficiarios son
todas las grandes empresas que venden los teléfonos móviles,
pues alli en las baterias está el coltán. Es un material
de alta capacidad para regular el voltaje y almacenar energía.
Prolonga la duración. No hay que cargarlo a cada rato para satisfacción
de millones de usuarios. De muchos de nosotros. De manera que es preferible
cargarlo a menudo.
Algunas ONG han desarrollado la campaña: „Que no haya sangre
en mi celular“. Esta incita a comprar celulares sin coltán.
Dificil tarea pues es como si nos pidieran renunciar a nuestro principal
utilitario de comunicacion, también, a veces, juguete. Las iniciativas
tendrían que considerar mejor el factor de lo posible. Creo.
El coltán se utiliza también en la construcción de
los misiles „inteligentes“ que destruyen bienes materiales
y la vida, de forma preferente de civiles.
Y sucede que el 80 por ciento de las reservas están en el Congo,
asolada por una guerra desde 1998. Una paz precaria fue firmada el 2 mil
2. Un gobierno, también precario, está aún en funciones
cuando escribo. Veremos si logra cumplir el plazo hasta las elecciones.
La guerra contra la República Democrática del Congo la desarrolló
un grupo rebelde al gobierno del hijo de Cavila. Ese grupo contó
y cuenta con el apoyo de Ruanda y Uganda, los cuales, a su vez, tienen
el respaldo de...adivinen... por supuesto.
El presidente Bush visitó Uganda y Nigeria (este último
es el sexto productor mundial de petróleo) no para hablar de esa
guerra, la del Congo, que registró millones de víctimas,
sino para exponer sobre el terrorismo y el sida. Condenó, también,
el esclavismo que se desarrollo en ese continente.
Esclavos hubo, por supuesto, también en EE.UU. „La cabaña
del Tío Tom“ popularizó este flajelo en Norteamérica,
aunque después se criticó con dureza a sus personajes por
su actitud cristiana resignada. Sé que hay cristianos que no se
resignan, Aclaro.
Dos siglos y medio de esclavitud crearon los fundamentos del desarrollo
en EE.UU. Cinco siglos de esclavitud crearon la Europa desarrollada. La
felicidad desarrollada que muchos envidian tiene como base el sudor, la
sangre y las lágrimas de millones de esclavos.
En la cumbre de Durban, Africa del Sur, estuvo presente el tema del esclavismo
vinculado a la reparación a los descendientes de los que fueron
esclavos. En EE.UU. se han presentado proyectos de ley para reparar el
crimen de la esclavitud, aunque no prosperan.
En Europa los Estados nazis debieron indemnizar a quienes impusieron el
trabajo esclavo durante la segunda guerra mundial.
En Chile también el gobierno pospinochet a indemnizado a las víctimas
de esa dictadura militar. Ahora se debaten nuevas reparaciones.
Sin duda que hay diferencia entre lamentar, condenar y reparar. Los poderes
coloniales, neo ahora, sufren, a veces condenan, pero no reparan. Ni siquiera
otorgan a los países no desarrollados, (los cuales no han tenido
esclavos, han sido esclavos o semiesclavos) el miserable 0,7 del producto.
El
exceso y velocidad informativa son tales que muchos podemos ya no recordar
qué sucedio la semana pasada e incluso la jornada de ayer puede
ya estar sepultada en una memoria atiborrada . Este factor, que mucho
tiene de entrópico, cohibe, muchas veces, las posibilidades de
analizar los hechos. Los diarios nos hacen tragarlos, sin chance para
digerirlos.
Reconocida nuestra condición de amster sobre la rueda tienen mas
éxito aquellos diarios que ofertan sólo títulos y
contadas líneas acerca de tal o cual suceso. Suman servicios más
alguna en pelotada para completarlos. Mientras menos elementos de reflexión,
mejor para los negocios. La televisión es inmencionable.
Pero si trato el tema del esclavismo debo referirme a la presidencia italiana
de la Unión Europea. Uno de los temas relevantes de estos meses
será la inmigración ilegal a este primer mundo.
Se refieren a los antiguos y nuevos esclavos que tratan de sobrepasar
la barrera, el muro electrónico vigilado por tierra, aire y mar,
para llegar allí, aquí, donde se encuentra la felicidad.
Los que pretenden entrar ni siquiera alcanzan a ser Epsilones, son aún
de niveles inferiores, quizás Salvajes. Provienen de los países
del Este, mundo árabe y Africa. También de Latinoamérica,
nuestro continente, pero aquellos que buscan a la „madre patria“
no son reconocidos.
En el mundo feliz se ha repetido desde la Ilustración que esta
gente, o sea nosotros, somos o hemos sido monstruos, salvajes, miserables...Los
aborígenes de la Patagonia fueron exhibidos en circos para placer
de los habitantes del mundo Uno.
Y no ha existido ni hay una política de Estado que eduque al europeo
sobre el colonialismo y el neocolonialismo. Por el contrario se despliega
siempre una campaña contra los extranjeros de los países
pobres. La identidad de esa politica es derechista, pero no hay una politica
de Estado contraria, enérgica, educativa, formadora.
La conciencia habitual de la gente común, digamos, los Deltas,
si ve otro color de piel o sabe que provienen de ese último mundo,
enseguida se manifiesta la imagen repelente repetida hasta la saciedad.
Y a menudo los portadores de esa conciencia habitual, primitiva, pueden
ser agresivos en extremo. Siempre hay noticias de este racismo de primer
nivel.
Por eso no les produce extraneza que en Viena quede un africano tendido
en una calle, sin conocimiento, y que aún reciba golpes de la policia.
Ese africano sano, fuerte, tuvo que ser reducido por 5 o 6 o más
personas para administrarle una inyección calmante. Durante un
largo tiempo, en esa calle, lo miraron indiferentes o quizás con
rabia, odio incluso, los sanitarios que ayudados por los policías
lo redujeron. Le pisaban las piernas, como se advierte en un video que
filmó un aficionado. Y que después ese africano se muera
en el hospital adonde fue conducido tampoco produce estupor entre esa
gente. Este casi no es excepción, es uno entre muchos.
Es doloroso, conmueve, indigna esa muerte evitable. Pero hay que pensar
en que hubo un aficionado que se atrevió a filmar y que ese video
es una prueba contra esa canallada. Y luego que exista al menos una revista
„Der Falter“ que informe y denuncie ese hecho. Son los factores
positivos que siempre tendré que destacar. Es la mejor forma de
solidaridad.
Sólo en apariencias no tiene nada que ver con lo anterior, con
la muerte del africano en Viena, el que durante esos mismos días
fuera encontrado muerto en otra calle, en Londres, el experto en armas,
asesor del gobierno británico, David Kelly.
El había informado a la BBC que el gobierno de su país había
exagerado, hinchado, la peligrosidad de Irak para permitir la guerra.
El Ministerio de Defensa de su Majestad le declaró a él
la guerra. Y terminó también muerto en una calle. Dicen
que ese profesional, tan calificado y de tan alto nivel, fue presionado
brutalmente. Temía perder el trabajo o la pensión o ambas.
Cosas del mundo feliz, donde todavía no se administran drogas para
pasar los malos momentos. Holanda sí lo hace, allí puedes
comprar el Soma en cualquier esquina. Y viajar a la eternidad momentánea.
Dos muertes, un negro en Viena, un blanco en Londres. Ambas producidas
por el mismo poder, ese que quiere gobernar el mundo sin contrapesos.
Productores del pensamiento único, como se ha escrito.
Nuevo retorno, al tema: la presidencia italiana de la Unión Europea
quiere en estos seis meses coordinar la defensa de sus fronteras frente
a la inmigracion „ilegal“. Quiere que participen todos los
países europeos, con efectivos policiales y militares, más
los elementos correspondientes, y quiere, además, que los gastos
sean compartidos.
Esta política contra los inmigrantes se ha venido creando país
por país. El Mediterráneo es ya un mar vigilado. Incesantes
los recorren buques de Espana, de Francia, del Reino Unido, de Portugal
e Italia. Día y noche patrullan tras la caza de inmigrantes.
Además Europa legisla para facilitar los trámites de las
repatriaciones de ilegales, y para dificultar las residencias de los inmigrantes.
Dinarmarca impone como obligación conocer el idioma y exige un
examen de ciudadanía. El Reino Unido propone que sean barcos de
guerra y aviones militares. En Italia un político de la derecha
fundamentalista propone bombardear las pateras. Alemania, más „viva“
permite una inmigración calificada, o sea coger a los profesionales
ya formados en los países del último mundo.
Definitivo,
por ahora. Después de escribir estas líneas recomiendo la
lectura de „Un Mundo Feliz“ de Aldous Huxley, inglés,
pues su genialidad intituiva todavía, quizás hoy mejor que
hace mas de 6 décadas, contribuye a la comprensión de la
fase , por condicionamiento casi escribo histórica, que actualmente
vivimos.
„Un mundo feliz“ es una visión de un mundo posible,
con gentes condicionadas en su manera de pensar, (tener cabeza o pensar
como CNN es ya un condicionamiento). Pero comentar ese libro sería
ya otro escrito.
Hay una expresión sí, del libro, que quiero recordar. Es
cuando uno de los dirigentes de ese mundo feliz dice que „la población
óptima es la que se parece a los icebergs; ocho novenas partes
por debajo de la línea de flotación, y una novena parte
por encima“. „Un Mundo Feliz fue publicado en 1930, o más
bien el 31, creo, aunque la memoria traiciona.
En cambio „Die Globalisierungsfalle“ o „La trampa de
la globalización“ , de Hans-Peter Martin y Harald Schumann,
fue editado en 1996, al menos el ejemplar que yo tengo tiene esa fecha,
y este libro en sus primeras páginas informa de los planes de dirigentes
económicos, politicos y cientificos, la élite mundial reunida
en 1995 en USA.
Allí esos „líderes“ redujeron el futuro también
al iceberg, a un par de números: „20 a 80“. Un 20 por
ciento de la poblacion bastará para hacer funcionar el mundo. Ese
20 por ciento, participará, por tanto, activamente en la vida,
el beneficio y el consumo, no importa en qué país.
Y conste que no hablamos de ese mundo marginado, el de los Salvajes, los
que quieren ingresar por la fuerza al mundo de los alfas, gamas y otras
letras griegas. Son los africanos, latinoamericanos, asiáticos,
árabes que están afuera. Y para asegurar que sigan afuera
Europa „echó el cerrojo“ como ha escrito un diario
espanol, que por pura casualidad se llama „El Mundo“. O tal
vez a propósito.
Ultima semana de julio, verano pleno, invierno pleno.
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