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25-06-2003

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EL APRECIO A LA VERDAD
COMO FACTOR POLITICO

polémica / 4


    Es posible que usted, estimado lector/a se pregunte porqué me ocupo en esta sección de lo que hace y dice el gobierno de EE.UU., preferentemente. La razón es aterradora: creo que vivimos el intento de un país poderoso para dominar al mundo, atropellando la precaria legalidad internacional, y utilizando todo su poder y todos los medios, la guerra incluso. Esta es una tendencia puesta a toda marcha por el presidente Bush.
Hace 60 anos otro país y otro führer, en Europa, pretendieron lo mismo arrastrando al mundo a la peor hecatombre del pasado siglo. Por eso el adjetivo aterrador no es exagerado. Es necesario despertar del sueño en que yacen millones de personas manipuladas por los medios masivos de destrucción de la verdad.
Esas personas suenan el mundo de la televisión que ofrece autos, casas, chicas, electrodomésticos y otros placeres que dos tercios del planeta jamás tendrán, porque lo que tienen es hambre, provocándoles, como consecuencia, frustración, agresividad, odios, trastornos y muerte. Sueñan y muchos ya viven y actúan acordes con las peliculas que ofrece Hollywod caracterizadas por la violencia, muchas veces inaudita; suenan y juegan las guerras en el computador para familiarizarse con las verdaderas, aquellas que traen destrucción y matanzas; entretanto los nuevos conductores aparecen en sus medios de comunicación ceeneene como los defensores de la libertad y la democracia que empiezan a horadar por doquier.
Los medios de comunicación devienen en droga y los gobiernos que las administran, aprovechan ese sueno placentero de nosotros, multimediovidentes, para buscar establecer su imperio.
Pero a esos conductores no les resulta tan facil, porque disponen algunos supuestos falsos. El principal es que lo que hace y dice EE.UU. es una afrenta a la inteligencia de cualquiera persona normal. Y esa es la debilidad de ese gobierno y de su aliado más próximo, Gran Bretaña. Menospreciar, digo, la capacidad crítica de la gente. A pesar de todo.
Algunos de los supuestos mencionables son: creer que pueden manipular con un reduccionismo dualista empobrecido. Afirmar nosotros somos los buenos, allá están los malos, como en una ridícula película norteamericana, sin las complejidades presentadas por un director talentoso.
Creer que somos todos necios, una humanidad manejada históricamente por Europa y ahora por Estados Unidos. O por ambos. Somos seres despreciables, tanto que nos pueden enganar de la manera más primitiva.
Sin embargo, los gobiernos norteamericano y británico, basados en esta presuncion falsa, enfrentan ahora, poco a poco, la verdad. Y ésta está poniendo sobre nuestra mesa un elemento que tiene una gran importancia ética. Ese factor es la falta de credibilidad norteamericana y británica.
Han mentido a propósito de la guerra contra Irak, no hay ni ha habido armas de destruccion masiva, ni EE.UU ni Inglaterra han estado amenazados por un inminente ataque atómico.
„La credibilidad estadounidensense en el mundo ha sido muy danada“ dice el ex funcionario de gobierno, Zbiegniew Brzezinski, que por su propia experiencia mucho sabe de estas cosas.
Es así. Yo no puedo creer a la senora Rice cuando dice que Irán está preparando bombas atómicas y por eso el gobierno norteamericano alienta y financia grupos internos para que desestabilicen ese país, así como hicieron, en su tiempo, con el nuestro, Chile, cuando Allende era Presidente.
Son tan brutales las formas políticas que se emplean que incluso el aliado eterno, Gran Bretana, dice en una declaración de su ministro de asuntos exteriores, Jack Straw, que „el cambio de régimen en Irán no forma parte de la política de su majestad“.
Pero ha formado parte de la política de su majestad la mentira si le creemos a ellos mismos. La ex-ministra británica, Clare Short dijo en la investigación parlamentaria sobre esta guerra que Blair mintió a sus electores, a legisladores e incluso a sus ministros. Uno de ellos, Robin Cook, afirmó que no existe evidencia de la existencia de armas biológicas en Irak.
El buen criterio, esto es repudiar la mentira, la estableció la BBC en su encuesta realizada en 11 países pues comprobó que el 56 por ciento se manifestó contra el ataque de EE.UU. al país árabe.
Y este elemento, la conmocion que puede producir el danar la verdad, es de una importancia vital para la sobrevivencia.
El hecho de que sea el dano muy grande para EEUU al perder credibilidad, nos dice algo más importante: la humanidad aprecia la verdad.
Esta formulación tiene un valor increíble, y no puedo sino agradecer que me educaron en el afecto a la verdad. Mientras a todos nos digan lo mismo, y nosotros digamos lo mismo, habrá siempre esperanzas. No se trata de entonar un bolero, es cebolla genuina, no genética. Son mis sentimientos. La verdad hay que cuidarla desde la cuna. Si la estimamos y aún más si llegamos a quererla, a pesar de nuestras debilidades y caídas, sobreviveremos toda acechanza. Bien dificil, cierto. Tratar es ya un mérito.
El afecto hacia la verdad, hacia la justicia, y a otros valores superiores une a los que creen en los mandamientos y en los que nos apoyamos en el núcleo de la declaración universal de los derechos humanos.
Por eso no me extraña que en Bélgica hayan sido acusados de crímenes de guerra el presidentre Bush, el jefe del gobierno británico, Tony Blair, y otros prominentes funcionarios

Pero, ojo, no vaya a creer usted, amiga/o, que vamos a aplicar el esquema al revés, sería un malentendido, no, definitivo, no creo que EE.UU. y Gran Bretana son los malos y los demás los buenos. La realidad es matizada, compleja.
No puedo dejar de admirar la reacción que se está produciendo en esos países en favor de la verdad. Me saco el sombrero ante intelectuales y artistas que tuvieron la valentía de decir No cuando el gobierno y la mayoría de los norteamericanos decía Sí a la guerra.
Y tienen razón en Inglaterra los que acusan a Tony Blair de haber utilizado las mismas técnicas de propaganda de las cuales abusó Sadam Husein. Porque se ha comprobado que el informe de „inteligencia“ que presentó este primer ministro, para justificar la guerra contra Irak, reproducía párrafos textuales de un antigua tesis escrita por el académico norteamericano, Ibrahim al Marashi. Blair tiene también un problema de credibilidad, ha mentido. Así de simple.
En EE.UU. los democratas exigen una investigación sobre el uso o abuso de los informes de inteligencia presentados por la CIA. El diario Washington Post y otros traen a la superficie informaciones de agentes secretos sobre la manipulacion de informes.
La revista Time publica un reportaje con declaraciones de oficiales del Pentágono. Un oficial no identificado aseguró que el Donald Rumsfeld, secretario de defensa, estuvo distorsionando profundamente los datos sobre Irak „casi de forma patológica“.
La legislación belga permite iniciar procesos contra personas, incluso extranjeras, por denuncias de crímenes de guerra. En Bruselas están acusados por esa causa Bush, Blair, el vicepresidentre de EE.UU., David Cheeney, Colin Powell, el general Franks, y otros norteamericanos prominentes.
Por eso el ministro de defensa, Donald Rumsfeld ha expuesto sus dudas de si funcionarios norteamericanos de alto rango podrán seguir visitando organizaciones internacionales en Bélgica. Solución rumsfeldesca: no aportarán ni un dólar más para la construcción de la nueva sede de la Otan en Bruselas. Colin Powel exige el cambio de las leyes en Bélgica. Verosímil.
Así como muchos comprendemos que, efectivamente, pueden esos altos cargos ser acusados de crímenes de guerra, (más de 3 mil civiles muertos en Bagdad, según AP), ninguna persona normal comprende porqué los soldados norteamericanos que actuan fuera de sus fronteras no pueden ser juzgados por la Corte Penal Internacional.
Este Tribunal Penal Internacional, presidido por un argentino, fue creado para tratar actos de genocidio, crímenes de guerra, o crímenes contra la humanidad. Estados Unidos y otros países no reconocen este tribunal y ha logrado obtener en la Unión Europea un nuevo ano de inmunidad. Pero la gente no puede comprender el doble rasero: un soldado francés o italiano puede ser juzgado, uno norteamericano no. Excesivo, sin duda.

Son muchos los que rechazan esta política. Uno de ellos es Michael Moore, norteamericano, director del documental ganador del Oscar, „Bowling for Columbine“. El criticó a Bush y la guerra no sólo en la ceremonia, cuando recibió el Oscar. Después ha escrito sobre el tema. Puede usted leer uno de sus textos obtenido de http://antroposmoderno.com/. donde hay escritos de gran interés:

Queridos amigos:
Parece que la administración Bush tendrá éxito en colonizar Irak. Esto es una gran fantochada que pagaremos en los años venideros.

http://www.documentalistas.org.ar/internacional.shtml

Movimiento de Documentalistas - Argentina - 2002

No valió una sola vida de un chico norteamericano en uniforme, sin mencionar los miles de iraquíes que han muerto. A ellos se elevan mis condolencias y rezos. Así que, ¿dónde están todas esas armas de destrucción masiva que eran el pretexto de esta guerra? ¡Ja! Hay mucho para decir sobre esto, pero me lo guardo para después.
Lo que más me preocupa ahora es que todos ustedes, la mayoría de los estadounidenses que desde el primer momento no apoyaron esta guerra, se callen o sean intimidados por lo que se venderá como una gran victoria militar. Ahora, más que nunca, las voces de la paz y la verdad deben escucharse.
Recibí un montón de cartas de personas que sienten una profunda desesperanza y creen que sus voces han sido ahogadas con los tambores y bombas de falso patriotismo. Algunos temen una venganza en sus trabajos, escuelas o vecindarios porque defendieron la paz en voz alta. Les han dicho una y otra vez que no es \"apropiado\" protestar una vez que el país está en guerra y que ahora su único deber es \"apoyar a las tropas\". ¿Puedo compartir con ustedes lo que ha sido mi vida desde hace dos semanas, cuando usé mi tiempo en el escenario de los Oscar para hablar contra Bush y su guerra? Espero que, al leer lo que les voy a contar, se sientan con más coraje para hacerse escuchar en cualquier medio o foro al que puedan entrar. Cuando Bowling for Columbine fue anunciada como ganadora del Oscar por Mejor Documental, el público se puso de pie. Fue un gran momento, uno que siempre atesoraré. Estaban parados y aplaudiendo una película que afirma que los estadounidenses somos gente violenta que usa sus arsenales para matarse entre sí y usarlos contra muchos países del mundo. Estaban aplaudiendo una película que muestra a George W. Bush usando miedos ficticios para asustar a la gente y hacer que hagan lo que él quiera.
Y estaban honrando una película que afirma lo siguiente: la primera guerra del Golfo fue un intento de reinstalar al dictador de Kuwait. Saddam Hussein se armó con las armas de Estados Unidos y el gobierno estadounidense es responsable de la muerte de medio millón de chicos iraquíes durante la década pasada a causa de sus bombardeos y sanciones. Esa era la película que estaban aplaudiendo, la película que votaron y por eso decidí decir lo que dije en mi discurso. Y esto es lo que dije en el escenario de los Oscar. \"En nombre de nuestros productores Kathleen Glynn y Michael Donovan (de Canadá), me gustaría agradecer a la Academia por este premio. He invitado al resto de los nominados por documentales a subir al escenario. Están acá en solidaridad conmigo porque nos gusta la no ficción. Nos gusta la no ficción porque vivimos tiempos ficticios. Vivimos en una época donde los resultados de una elección ficticia nos dan un presidente ficticio. Ahora estamos librando una guerra por razones ficticias. Ya sea la ficción de la cinta aisladora o las ficticias ?Alertas naranjas?, estamos contra esta guerra, señor Bush. Qué vergüenza, señor Bush. Y cada vez que el Papa y las Dixie Chicks estén en contra suya, su tiempo se terminó.\" En la mitad de mi comentario, algunos de la audiencia empezaron a alentarme a los gritos. Inmediatamente eso disparó los chiflidos de la gente del palco. Entonces los que apoyaban mis palabras empezaron a callar a los que chiflaban. El diario Los Angeles Times informó que el director de la transmisión empezó a gritarle a la orquesta \"¡Música! ¡Música!\" para callarme. Así que la banda empezó a tocar y mi tiempo se había terminado. (Para leer más sobre por qué dije lo que dije, pueden leer la columna de opinión que escribí para el L. A. Times y las reacciones en el país en mi sitio de Internet.) Al día siguiente -y desde hace dos semanas-, los eruditos de derecha y los opinólogos de la radio han estado pidiendo mi cabeza. Así que, ¿todoesto me lastimó? ¿Consiguieron \"silenciarme\"? Bueno, echemos un vistazo a mi \"reacción\" en los Oscar: El día después de criticar a Bush y a la guerra en los premios Oscar, la concurrencia a los cines del país para ver Bowling for Columbine subió en un 110 por ciento (Fuente: Daily Variety/BoxOfficeMojo. com). La semana siguiente, la ganancia en boleterías subió a un 73 por ciento (Variety). Es el lanzamiento comercial con más tiempo en cartel de Estados Unidos: 26 semanas consecutivas y todavía vamos por más. El número de cines que la exhiben se ha incrementado desde los Oscar y ha mejorado el record anterior de taquilla en documentales en un 300 por ciento aproximadamente. Ayer (seis de abril), Hombres blancos estúpidos se disparó al primer lugar de la lista de bestsellers del New York Times. Hace 50 semanas que mi libro está en la lista, ocho en el primer lugar y esto marca su cuarto retorno a la primera posición, algo que casi nunca ocurre. En la semana después de los Oscar, mi sitio en Internet recibió entre 10 y 20 millones de visitas por día (¡un día tuvimos más visitas que la Casa Blanca!). Los e-mails que recibimos fueron de apoyo y abrumadoramente positivos (y las cartas de odio han sido desopilantes). Los dos días que siguieron a los Oscar, la gente encargó más videos de Bowling for Columbine en Amazon. com que el video de la ganadora por Mejor Película, Chicago. La semana pasada conseguí financiación para mi próximo documental y me han ofrecido un espacio televisivo para hacer una versión actualizada de \"TV Nation/La horrible realidad\". Les cuento todo esto porque quiero contraponerlo al mensaje que nos repiten todo el tiempo: que si expresamos nuestra opinión política, lo vamos a lamentar. Nos va a lastimar de alguna forma, generalmente en términos financieros. Podés perder tu trabajo. Otros tal vez no te contraten. Vas a perder amigos, etcétera, etcétera. Tomemos el ejemplo de la banda de country Dixie Chicks. Su cantante principal mencionó lo avergonzada que estaba porque Bush creció en Texas, el estado donde ella nació. Estoy seguro de que habrán oído que su record de ventas se ha \"hundido\" y las radios country están boicoteando su música. La verdad es que sus ventas no bajaron. Esta semana, luego de los ataques, su disco sigue en el primer puesto del ranking de música country de la revista Billboard y, según el semanario Entertainment Weekly, subieron del puesto seis al cuarto en los charts pop durante los bombardeos. En el New York Times, Frank Rich informa que trató de conseguir una entrada para cualquiera de los próximos recitales de las Dixie Chicks pero no pudo porque están agotados. (Para leer la columna de Rich en el Times, \"Bowling for Kennenbunkport\", vayan ahí. Hace un buen trabajo hablando sobre mi próximo film y el impacto que podría tener.) Su tema \"Soldado en viaje\" (una hermosa balada antiguerra) fue la canción más pedida en Internet la semana pasada. Nadie las lastimó. Pero eso no es lo que los medios les van a hacer creer. ¿Por qué? Porque ahora no hay nada más importante que mantener calladas las voces de los disidentes y aquellos que se animarían a hacer una pregunta. Y qué mejor forma que derrumbar a un par de artistas famosos con un montón de mentiras para que el Juan o Juana del montón reciba el mensaje bien claro: \"Guau, si le pueden hacer eso a las Dixie Chicks o Michael Moore, ¿qué me podrían hacer a mí?\". En otras palabras, cállense, carajo. Y eso, amigos, es el eje del film por el que me gané un Oscar: cómo esos que están en el poder usan el miedo para manipular al público para que haga lo que le dicen. Bueno, ahora, las buenas noticias -si es que esta semana puede haber alguna buena noticia- es que no sólo otros ni yo hemos sido silenciados, sino que millones de norteamericanos que piensan igual que nosotros se nos han sumado. No dejen que los falsos patriotas los intimiden fijando la agenda o el debate. No se dejen ganar por las encuestas que muestran que el 70 por ciento del público está a favor de la guerra. Recuerden que estos norteamericanos encuestados son los mismos chicos (o los hijos delvecino) que han sido enviados a Irak. Tienen miedo por las tropas y han sido intimidados para apoyar una guerra que no querían. Y mucho menos querrán ver a sus amigos, familiares y vecinos cuando lleguen a casa muertos. Todos apoyamos que las tropas vuelvan sanas y salvas y todos necesitamos decirlo y hacer que sus familias lo sepan. Desafortunadamente, Bush y Compañía todavía no terminaron. Esta invasión y esta conquista los animará a repetirlas nuevamente en otro lugar. El verdadero propósito de esta guerra fue decirle al resto del mundo: \"¡No te metas con Texas. Si tenés lo que queremos, vamos a ir a sacártelo!\" Para la mayoría de nosotros éste no es el tiempo para creer en un país pacífico y callado. Háganse escuchar. A pesar de lo que han conseguido, éste aún es nuestro país.
Sinceramente,
Michael Moore

www.michaelmoore.com

* Ganador del último Oscar al Mejor Documental por su película Bowling for Columbine.


segunda mitad de junio, 2003