vuelve a la ultima polemica

14-07-2003

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COMPRA Y VENTA DE IMPUNIDAD
MUNDIAL Y NACIONAL

polémica / 5


    Dentro del conjunto de procesos que ocurren en Europa destaco la llegada a Espana del militar argentino, capitán de corbeta en retiro, Ricardo Cavallo. Este militar no vino a recibir un premio, hacer un curso o de vacaciones sino para ser procesado, pues está acusado de la desaparición de 227 personas, del secuestro y torturas de tras 110 y de la detención ilegal de 16 mujeres y sus hijos. Cavallo no vino voluntariamente, fue extraditado desde Mexico para ser procesado por el juez Baltazar Garzón, pero puede ocurrir que logre escapar, como Pinochet, quien abanica sus restos de vida en Chile, aunque sobre él pesan más desapariciones y más crímenes que los de Cavallo. Pinochet escapó de Garzón con la ayuda del gobierno de su majestad, Inglaterra. Y puede ocurrir que sea sepultado con honores militares. Pinochet.
En todo caso Garzón es de un dinamismo envidiable, pues ya golpeó donde duele al decretar el embargo de bienes de 96 militares y policías argentinos. El valor de los bienes asciende a más de 2 mil 500 millones de euros. Entre los afectados se incluyen a los jefes de la dictadura argentina que operó entre 1976 y 1983. Videla y Massera, entre otros.
De estas medidas salvó el gobierno británico a Pinochet y 38 altos personeros de la dictadura militar; chilena, para desgracia. Entre esos altos cargos aparecen en la demanda no sólo los nombres de militares, algunos actualmente procesados en Chile, sino también civiles que han eludido la justicia, como Sergio Onofre Jarpa Reyes, Mónica Madariaga Gutiérrez, Sergio Fernandez, Miguel Schweitzer Speisky y otros.
El hecho de que Cavallo sea procesado por genocidio y terrorismo, ejecutados durante la dictadura argentina, representa aquella tendencia mundial que trata de que los culpables de crímenes en contra de la humanidad sean procesados y sancionados. Justicia universal, se dice.
Pero si usted observa debajo de la paja noticiosa advertirá que se registra también otra tendencia; la compra y venta de impunidad para evitar esa justicia universal. Ese producto aún faltaba en el mercado de las transacciones.
Bush ha comprado impunidad en decenas de países para que sus soldados. Para aquellos que operen en esos territorios y sean acusados de genocidio, crimenes de guerra o contra la humanidad. Es la forma de eludir la acción del Tribunal Penal Internacional. Los acuerdos de inmunidad establecen que los norteamericanos no serán extraditados. La presión, chantaje, también dicen, la ejerció sobre aquellos países que han reconocido y ratificado sus convenios con esa Corte.
El gobierno de Estados Unidos se niega a reconocer el Tribunal Internacional. El congreso norteamericano cerró el plazo a los países objetos de la presión el primero de julio. A aquellos que no reconocieron la inmunidad para los soldados norteamericanos les congeló la ayuda militar.
Los países latinoamericanos afectados son Colombia (grave discordancia con USA pues hay planes conjuntos de gran envergadura), Perú, Ecuador, Paraguay, Uruguay, Venezuela, Brasil y Costa Rica. No conozco los fundamentos de la negativa de estos países, pero han sido los únicos que aparecen como no sometidos al dictado neocolonial norteamericano.
Quienes dieron su acuerdo han aprobado no sólo la tendencia a la impunidad sino también la posibilidad de violar el derecho internacional de los derechos humanos e incluso el humanitario. Han sido acuerdos de inpunidad. Forman parte de esa tendencia que empuja el gobierno norteamericano.
También el primer ministro italiano es un magnífico ejemplar de esta tendencia. Silvio Berlusconi ha impuesto una ley de impunidad para él en el parlamento, después de afirmar que la justicia en su país padecía de cancer. Como no pudo operarla sí creo una nueva ley que le asegura impunidad en procesos de corrupción. No es facil para muchos europeos que la Unión sea presidida durante seis meses por un primer ministro varias veces procesado. No puede ser peor la imagen.
Cuando asumio la presidencia de la Unión Europea se expresaron ambas tendencias. La primera con un gran cartel donde se podía leer „igualdad ante la justicia“ y una intervención de un diputado socialdemócrata alemán acerca del tema.
Berlusconi respondió irónicamente calificándo al diputado de figura adecuada para representar al capo nazi en una película italiana. Interesantísimo es que el primer ministro italiano, que gobierna con partidos vinculados por tradición y doctrina con el neofascismo y al separatismo xenófobo, haya motejado de nazi al diputado alemán. Eso no significa que los fascistas sean enemigos de los nazis, sino que este concepto encierra tanta negatividad que puede ser empleado incluso por Berlusconi. Menos mal, aunque bien sabemos que esa especie doctrinaria busca e inventa sucedáneos, por ejemplo las dictaduras militares del cono sur. Imitaron a los nazis en múltiples acciones como las que deberá asumir el militar argentino, Cavallo. Y muchos otros.

En relación a la tendencia que está en contra de la impunidad ante crímenes de guerra y violaciones a los derechos humanos, la Unión Europea dio un nuevo paso: la futura Constitución que deberá ser ratificada en octubre integra los derechos humanos básicos en el sentido de que la dignidad intrínseca del ser humano es patrimonio común de la humanidad.
Los estudiosos del tema destacan el artículo 58 que permitirá suspender de la Unión a aquellos países que violen los derechos humanos. Tendrán rango constitucional el derecho a la vida, nadie podrá ser sometido a torturas o tratos inhumanos y degradantes, establece la igualdad de sexos, se pronuncia contra todo tipo de discriminación racial, étnica, religiosa, ideológica, por discapacidad, orientación sexual, etc. Lo interesante es, entonces, la existencia del instrumento jurídico para exigir el cumplimiento de estas normas.
Para analistas serios de la situación internacional, es este el hecho más relevante de lo que está haciendo este continente. Puede que sea en gran parte retórica, si evocamos, por ejemplo, que los rusos, cuya condición europea es innegable, no pueden ingresar libremente a la Europa Occidental.
Durante décadas se transmitieron programas radiales denominados „Europa Libre“ dirigidos a la ex-Unión Soviética, pues sus habitantes no podían salir libremente de su territorio. De nino oí sobre la cortina de hierro, luego el muro de Berlín fue símbolo de esa falta de libertad de desplazamiento. Ahora los rusos pueden y quieren desplazarse libremente, sin visas, a la Europa Libre, Occidental y Cristiana, y no pueden. Qué les parece?
Peor aún, el pensar en esa retórica sobre derechos humanos que contendrá la constitución europea se retuerce de indignación si evocamos pateras, botes, barcos que traen refugiados del norte de Africa o subsaharianos, o kurdos, o albanos... frágiles embarcaciones hundidas, gente expulsada, cuadros de horror, sí, hay un muro que rodea toda Europa, un muro electrónico, un muro de la verguenza, una cortina inhumana.
El tema conmueve a cada ser que ve las imagenes televisivas; dominado por esos sentimientos me permito la licencia de incluir algunas expresiones sobre el tema escritas como alternativa a tirarse del pelo o golpear el muro...

¡Aullidos de perra!

A la perra Pitbull le arrebataron
la hija, ignorante expone su dolor
por un precio convenido
para una separación definitiva;
sus aullidos nocturnos estremecen,
pero qué podemos hacer, dicen los perros,
nada se puede hacer, demos vuelta
la página
La hija de la perra Pitbull aúlla su dolor
pues se volvió a hundir la patera
con subsaharianos, subdesarrollados,
subalimentados, subhumanos, subsistentes,
entrénense en natación en las arenas,
submarineen en el Sahara,
aprendan a nadar, cuélguense
de los cocos reproductores,
subsaharianos, substitutos veraniegos
Morosa la perra aúlla su dolor,
pero qué vamos a hacer dicen los perros,
nada se puede hacer, dicen,
demos vuelta la página,
veamos otros titulares

Pero convencido soy que en esa retórica aparente y real que contiene la futura constitución de la Unión Europea deben apoyarse quienes luchan por el imperio de la verdad y la justicia, por el respeto a la dignidad de la persona, humana aún, creo.
Es claro que existe un núcleo europeo que, consciente de la existencia de este niederthal mental, hace todo cuanto puede por transformar esta realidad. Un esfuerzo en ese sentido ha significado, he dicho, la reciente constitucion aprobada en Grecia.
Ese europeo sabe que los europeos deben estar enjaulados por una trama jurídica tan espesa que le impida escapar, porque cuando lo ha hecho el mundo ha sufrido trizaduras, quiebres. Y, naturalmente, los platos rotos los pagamos todos, por su conocida influencia mundial. Doy por sentado el dato de que a comienzos de este siglo más peligroso es el actual gobierno de EE.UU.
Pero no faltan peores sintomáticos. Por ejemplo, Ana Loyola de Palacios, ministra de Aznar, ha propuesto que Europa se llame „Estados Unidos de Europa“. En el debate que abrió El Mundo sobre la propuesta no le quedó un pelo. A la ministra. No hubo ahorro de adjetivos entre los que opinaron en la encuesta. La mayoría de los espanoles expresaron el sentimiento de no ponerse a la cola norteamericana. Exigen un poco más de respeto por su cultura, por la cultura europea.
En suma por donde se mire existe en Europa no sólo la idea o el sentimiento de continente, sino también diferencias, a veces muy profundas. Más allá de los porchetto, wienerschnitzel, baguettes, roffbeef o jamón serrano. Tiene fundamento el futuro lema de Europa anunciado por Giscard D` Etaing: „unidos en la diversidad“.
Pero la existencia de varias europas no es solamente culinaria. Cuando digo que hay varias Europa, no me refiero solo al tiempo que deberá consumirse para que un italiano se sienta como alemán, un británico como griego, o un polaco como ruso, talvez mientras mas largo sea ese tiempo mejor, en beneficio de lo variado; no aludo a la varialidad europea en el sentido político que la guerra de Irak desnudó, porque había posiciones diferentes entre, digamos Polonia e Inglaterra, y Francia Alemania, por otra parte. Estos son factores de graan variabilidad. Más bien me refiero a la dimensión cultural.
Las Europas las encuentro caminando en cualesquier calle de cualquier país del continente. Si pregunto en la Espana de los vencedores de la guerra civil por el libro „Crónicas Sarracinas“, del escritor Juan Goytisolo no sólo me contestarán de mala manera; talvez no lo encuentre. Porque para esa Espana, Juan Goytisolo, es un ensuciador del nido, o sea un crítico, un intelectual, especie rarísima y que, por eso mismo, es deber leerlo. Porque aunque lo nieguen tres veces o no les guste, el árabe jugó un rol importante en la formación de la llamada Europa Occidental.
En un país germano o sajón me encontraré en la calle con ese hombre primitivo cuyo antecesor produjo devastadoras guerras o reprodujo la esclavitud, que me mirará con desprecio solamente por el color de mi piel, así como muchos chilenos „europeos“ miran, por ejemplo, a los peruanos o para no ir lejos, a los mapuches.
Sin embargo, lo que quiero destacar es que la Unión Europea ha dado un paso gigantesco en defensa de la dignidad humana al incorporar los derechos humanos en la futura Constitución del continente. Más allá del euro, el himno de la alegría o la bandera de las 12 estrellas doradas en fondo azul.
Y tal vez sea un paso en dirección hacia la construccion de una Europa, como han escrito los filósofos Habermas y Derrida, pacífica, cooperadora, abierta a otras culturas y capaz de dialogar. (Europa: en defensa de una política exterior común. Jürgen Habernmas y Jacques Derrida. http://www.lainsignia.org /).

Naturalmente Chile no es impune a las tendencias anotadas. La clase política dominante en la historia republicana siempre ha sido copiona, porque siempre se ha dicho que le falta imaginación para la actividad creativa. Por eso no hay en Chile ni artistas ni escritores derechistas. Sólo algunos raros especímenes, escritores, que existen únicamente para demostrar la ley de la excepción.
En todo caso, vuelvo al tema: transcurrridas 3 décadas de la instauración de la dictadura militar la cuestión de los derechos humanos impone aún titulares de primera página en mi país. Los militares no sólo desfilan el 19 de septiembre, día de las glorias del ejército, desfilan cada día ante los tribunales, y los jefes publican reconocimientos, aseguran que no volverán a cometerse violaciones a los derechos humanos.
El gobierno y los partidos presentan propuestas, se presenta la propuesta de las propuestas no sólo para indemnizar a los familiares de los desaparecidos y otros afectados por violaciones a sus derechos durante la dictadura militar. Es obvio que algunos tratan de sacarlo del escritorio.
El Ejército ha ido más lejos que la extrema derecha que no reconoce aún su responsabildiad en las graves violaciones a los derechos humanos, constitutivos en la justicia espanola de genocidio y de terrorismo. La UDI, que representa el fundamentalismo derechista, ha dicho que sería una arrogancia del Presidente Lagos el pedirle cuentas acerca de su responsabilidad histórica en el golpe y la politica de terrorismo de estado que le siguió y de la cual fueron sus artífices.
Nadie nunca en la historia del país había dividido tanto a los chilenos como los golpistas del 73, derecha y fuerzas armadas, como instituciones. Según una reciente encuesta de la Fundación Futuro el 87 por ciento de los chilenos considera que aún no se ha logrado la reconciliación. A tres décadas del golpe. La unidad nacional, tan cara a militares, sigue en el suelo, golpeada por los propios militares. La CIA entremedio. Nixon, Kissinger, hombres claves en la espalda de Pinochet.
En Chile no habrá debate serio si no se elabora una política de derechos humanos que conforme una estrategia institucional. Es necesario que los derechos humanos se aprendan desde la cuna, sobretodo en la escuela, en la ensenanza media y en la universidad. Por una parte.
Y aún más: las Fuerzas Armadas y los Partidos políticos deben incorporar estos derechos a sus reglamentos y estatutos. Así tendrán respaldo juridico los hombres y mujeres que luchen por su cumplimiento en esas institucioenes y organizaciones. Sobre todo en la ensenanza en las Academias militares donde no sería mala idea que actuen como docentes los abogados que han defendido las causas de derechos humanos.
Cuando los derechos fundamentales de la persona figuren en nuestra Constitución, acorde con el derecho internacional, sólo entonces empezaremos a respirar acompasados.

segunda semana de julio, 2003