Dentro del conjunto de procesos que
ocurren en Europa destaco la llegada a Espana del militar argentino, capitán
de corbeta en retiro, Ricardo Cavallo. Este militar no vino a recibir
un premio, hacer un curso o de vacaciones sino para ser procesado, pues
está acusado de la desaparición de 227 personas, del secuestro
y torturas de tras 110 y de la detención ilegal de 16 mujeres y
sus hijos. Cavallo no vino voluntariamente, fue extraditado desde Mexico
para ser procesado por el juez Baltazar Garzón, pero puede ocurrir
que logre escapar, como Pinochet, quien abanica sus restos de vida en
Chile, aunque sobre él pesan más desapariciones y más
crímenes que los de Cavallo. Pinochet escapó de Garzón
con la ayuda del gobierno de su majestad, Inglaterra. Y puede ocurrir
que sea sepultado con honores militares. Pinochet.
En todo caso Garzón es de un dinamismo envidiable, pues ya golpeó
donde duele al decretar el embargo de bienes de 96 militares y policías
argentinos. El valor de los bienes asciende a más de 2 mil 500
millones de euros. Entre los afectados se incluyen a los jefes de la dictadura
argentina que operó entre 1976 y 1983. Videla y Massera, entre
otros.
De estas medidas salvó el gobierno británico a Pinochet
y 38 altos personeros de la dictadura militar; chilena, para desgracia.
Entre esos altos cargos aparecen en la demanda no sólo los nombres
de militares, algunos actualmente procesados en Chile, sino también
civiles que han eludido la justicia, como Sergio Onofre Jarpa Reyes, Mónica
Madariaga Gutiérrez, Sergio Fernandez, Miguel Schweitzer Speisky
y otros.
El hecho de que Cavallo sea procesado por genocidio y terrorismo, ejecutados
durante la dictadura argentina, representa aquella tendencia mundial que
trata de que los culpables de crímenes en contra de la humanidad
sean procesados y sancionados. Justicia universal, se dice.
Pero si usted observa debajo de la paja noticiosa advertirá que
se registra también otra tendencia; la compra y venta de impunidad
para evitar esa justicia universal. Ese producto aún faltaba en
el mercado de las transacciones.
Bush ha comprado impunidad en decenas de países para que sus soldados.
Para aquellos que operen en esos territorios y sean acusados de genocidio,
crimenes de guerra o contra la humanidad. Es la forma de eludir la acción
del Tribunal Penal Internacional. Los acuerdos de inmunidad establecen
que los norteamericanos no serán extraditados. La presión,
chantaje, también dicen, la ejerció sobre aquellos países
que han reconocido y ratificado sus convenios con esa Corte.
El gobierno de Estados Unidos se niega a reconocer el Tribunal Internacional.
El congreso norteamericano cerró el plazo a los países objetos
de la presión el primero de julio. A aquellos que no reconocieron
la inmunidad para los soldados norteamericanos les congeló la ayuda
militar.
Los países latinoamericanos afectados son Colombia (grave discordancia
con USA pues hay planes conjuntos de gran envergadura), Perú, Ecuador,
Paraguay, Uruguay, Venezuela, Brasil y Costa Rica. No conozco los fundamentos
de la negativa de estos países, pero han sido los únicos
que aparecen como no sometidos al dictado neocolonial norteamericano.
Quienes dieron su acuerdo han aprobado no sólo la tendencia a la
impunidad sino también la posibilidad de violar el derecho internacional
de los derechos humanos e incluso el humanitario. Han sido acuerdos de
inpunidad. Forman parte de esa tendencia que empuja el gobierno norteamericano.
También el primer ministro italiano es un magnífico ejemplar
de esta tendencia. Silvio Berlusconi ha impuesto una ley de impunidad
para él en el parlamento, después de afirmar que la justicia
en su país padecía de cancer. Como no pudo operarla sí
creo una nueva ley que le asegura impunidad en procesos de corrupción.
No es facil para muchos europeos que la Unión sea presidida durante
seis meses por un primer ministro varias veces procesado. No puede ser
peor la imagen.
Cuando asumio la presidencia de la Unión Europea se expresaron
ambas tendencias. La primera con un gran cartel donde se podía
leer „igualdad ante la justicia“ y una intervención
de un diputado socialdemócrata alemán acerca del tema.
Berlusconi respondió irónicamente calificándo al
diputado de figura adecuada para representar al capo nazi en una película
italiana. Interesantísimo es que el primer ministro italiano, que
gobierna con partidos vinculados por tradición y doctrina con el
neofascismo y al separatismo xenófobo, haya motejado de nazi al
diputado alemán. Eso no significa que los fascistas sean enemigos
de los nazis, sino que este concepto encierra tanta negatividad que puede
ser empleado incluso por Berlusconi. Menos mal, aunque bien sabemos que
esa especie doctrinaria busca e inventa sucedáneos, por ejemplo
las dictaduras militares del cono sur. Imitaron a los nazis en múltiples
acciones como las que deberá asumir el militar argentino, Cavallo.
Y muchos otros.
En
relación a la tendencia que está en contra de la impunidad
ante crímenes de guerra y violaciones a los derechos humanos, la
Unión Europea dio un nuevo paso: la futura Constitución
que deberá ser ratificada en octubre integra los derechos humanos
básicos en el sentido de que la dignidad intrínseca del
ser humano es patrimonio común de la humanidad.
Los estudiosos del tema destacan el artículo 58 que permitirá
suspender de la Unión a aquellos países que violen los derechos
humanos. Tendrán rango constitucional el derecho a la vida, nadie
podrá ser sometido a torturas o tratos inhumanos y degradantes,
establece la igualdad de sexos, se pronuncia contra todo tipo de discriminación
racial, étnica, religiosa, ideológica, por discapacidad,
orientación sexual, etc. Lo interesante es, entonces, la existencia
del instrumento jurídico para exigir el cumplimiento de estas normas.
Para analistas serios de la situación internacional, es este el
hecho más relevante de lo que está haciendo este continente.
Puede que sea en gran parte retórica, si evocamos, por ejemplo,
que los rusos, cuya condición europea es innegable, no pueden ingresar
libremente a la Europa Occidental.
Durante décadas se transmitieron programas radiales denominados
„Europa Libre“ dirigidos a la ex-Unión Soviética,
pues sus habitantes no podían salir libremente de su territorio.
De nino oí sobre la cortina de hierro, luego el muro de Berlín
fue símbolo de esa falta de libertad de desplazamiento. Ahora los
rusos pueden y quieren desplazarse libremente, sin visas, a la Europa
Libre, Occidental y Cristiana, y no pueden. Qué les parece?
Peor aún, el pensar en esa retórica sobre derechos humanos
que contendrá la constitución europea se retuerce de indignación
si evocamos pateras, botes, barcos que traen refugiados del norte de Africa
o subsaharianos, o kurdos, o albanos... frágiles embarcaciones
hundidas, gente expulsada, cuadros de horror, sí, hay un muro que
rodea toda Europa, un muro electrónico, un muro de la verguenza,
una cortina inhumana.
El tema conmueve a cada ser que ve las imagenes televisivas; dominado
por esos sentimientos me permito la licencia de incluir algunas expresiones
sobre el tema escritas como alternativa a tirarse del pelo o golpear el
muro...
¡Aullidos
de perra!
A
la perra Pitbull le arrebataron
la hija, ignorante expone su dolor
por un precio convenido
para una separación definitiva;
sus aullidos nocturnos estremecen,
pero qué podemos hacer, dicen los perros,
nada se puede hacer, demos vuelta
la página
La hija de la perra Pitbull aúlla su dolor
pues se volvió a hundir la patera
con subsaharianos, subdesarrollados,
subalimentados, subhumanos, subsistentes,
entrénense en natación en las arenas,
submarineen en el Sahara,
aprendan a nadar, cuélguense
de los cocos reproductores,
subsaharianos, substitutos veraniegos
Morosa la perra aúlla su dolor,
pero qué vamos a hacer dicen los perros,
nada se puede hacer, dicen,
demos vuelta la página,
veamos otros titulares
Pero
convencido soy que en esa retórica aparente y real que contiene
la futura constitución de la Unión Europea deben apoyarse
quienes luchan por el imperio de la verdad y la justicia, por el respeto
a la dignidad de la persona, humana aún, creo.
Es claro que existe un núcleo europeo que, consciente de la existencia
de este niederthal mental, hace todo cuanto puede por transformar esta
realidad. Un esfuerzo en ese sentido ha significado, he dicho, la reciente
constitucion aprobada en Grecia.
Ese europeo sabe que los europeos deben estar enjaulados por una trama
jurídica tan espesa que le impida escapar, porque cuando lo ha
hecho el mundo ha sufrido trizaduras, quiebres. Y, naturalmente, los platos
rotos los pagamos todos, por su conocida influencia mundial. Doy por sentado
el dato de que a comienzos de este siglo más peligroso es el actual
gobierno de EE.UU.
Pero no faltan peores sintomáticos. Por ejemplo, Ana Loyola de
Palacios, ministra de Aznar, ha propuesto que Europa se llame „Estados
Unidos de Europa“. En el debate que abrió El Mundo sobre
la propuesta no le quedó un pelo. A la ministra. No hubo ahorro
de adjetivos entre los que opinaron en la encuesta. La mayoría
de los espanoles expresaron el sentimiento de no ponerse a la cola norteamericana.
Exigen un poco más de respeto por su cultura, por la cultura europea.
En suma por donde se mire existe en Europa no sólo la idea o el
sentimiento de continente, sino también diferencias, a veces muy
profundas. Más allá de los porchetto, wienerschnitzel, baguettes,
roffbeef o jamón serrano. Tiene fundamento el futuro lema de Europa
anunciado por Giscard D` Etaing: „unidos en la diversidad“.
Pero la existencia de varias europas no es solamente culinaria. Cuando
digo que hay varias Europa, no me refiero solo al tiempo que deberá
consumirse para que un italiano se sienta como alemán, un británico
como griego, o un polaco como ruso, talvez mientras mas largo sea ese
tiempo mejor, en beneficio de lo variado; no aludo a la varialidad europea
en el sentido político que la guerra de Irak desnudó, porque
había posiciones diferentes entre, digamos Polonia e Inglaterra,
y Francia Alemania, por otra parte. Estos son factores de graan variabilidad.
Más bien me refiero a la dimensión cultural.
Las Europas las encuentro caminando en cualesquier calle de cualquier
país del continente. Si pregunto en la Espana de los vencedores
de la guerra civil por el libro „Crónicas Sarracinas“,
del escritor Juan Goytisolo no sólo me contestarán de mala
manera; talvez no lo encuentre. Porque para esa Espana, Juan Goytisolo,
es un ensuciador del nido, o sea un crítico, un intelectual, especie
rarísima y que, por eso mismo, es deber leerlo. Porque aunque lo
nieguen tres veces o no les guste, el árabe jugó un rol
importante en la formación de la llamada Europa Occidental.
En un país germano o sajón me encontraré en la calle
con ese hombre primitivo cuyo antecesor produjo devastadoras guerras o
reprodujo la esclavitud, que me mirará con desprecio solamente
por el color de mi piel, así como muchos chilenos „europeos“
miran, por ejemplo, a los peruanos o para no ir lejos, a los mapuches.
Sin embargo, lo que quiero destacar es que la Unión Europea ha
dado un paso gigantesco en defensa de la dignidad humana al incorporar
los derechos humanos en la futura Constitución del continente.
Más allá del euro, el himno de la alegría o la bandera
de las 12 estrellas doradas en fondo azul.
Y tal vez sea un paso en dirección hacia la construccion de una
Europa, como han escrito los filósofos Habermas y Derrida, pacífica,
cooperadora, abierta a otras culturas y capaz de dialogar. (Europa: en
defensa de una política exterior común. Jürgen Habernmas
y Jacques Derrida. http://www.lainsignia.org /).
Naturalmente
Chile no es impune a las tendencias anotadas. La clase política
dominante en la historia republicana siempre ha sido copiona, porque siempre
se ha dicho que le falta imaginación para la actividad creativa.
Por eso no hay en Chile ni artistas ni escritores derechistas. Sólo
algunos raros especímenes, escritores, que existen únicamente
para demostrar la ley de la excepción.
En todo caso, vuelvo al tema: transcurrridas 3 décadas de la instauración
de la dictadura militar la cuestión de los derechos humanos impone
aún titulares de primera página en mi país. Los militares
no sólo desfilan el 19 de septiembre, día de las glorias
del ejército, desfilan cada día ante los tribunales, y los
jefes publican reconocimientos, aseguran que no volverán a cometerse
violaciones a los derechos humanos.
El gobierno y los partidos presentan propuestas, se presenta la propuesta
de las propuestas no sólo para indemnizar a los familiares de los
desaparecidos y otros afectados por violaciones a sus derechos durante
la dictadura militar. Es obvio que algunos tratan de sacarlo del escritorio.
El Ejército ha ido más lejos que la extrema derecha que
no reconoce aún su responsabildiad en las graves violaciones a
los derechos humanos, constitutivos en la justicia espanola de genocidio
y de terrorismo. La UDI, que representa el fundamentalismo derechista,
ha dicho que sería una arrogancia del Presidente Lagos el pedirle
cuentas acerca de su responsabilidad histórica en el golpe y la
politica de terrorismo de estado que le siguió y de la cual fueron
sus artífices.
Nadie nunca en la historia del país había dividido tanto
a los chilenos como los golpistas del 73, derecha y fuerzas armadas, como
instituciones. Según una reciente encuesta de la Fundación
Futuro el 87 por ciento de los chilenos considera que aún no se
ha logrado la reconciliación. A tres décadas del golpe.
La unidad nacional, tan cara a militares, sigue en el suelo, golpeada
por los propios militares. La CIA entremedio. Nixon, Kissinger, hombres
claves en la espalda de Pinochet.
En Chile no habrá debate serio si no se elabora una política
de derechos humanos que conforme una estrategia institucional. Es necesario
que los derechos humanos se aprendan desde la cuna, sobretodo en la escuela,
en la ensenanza media y en la universidad. Por una parte.
Y aún más: las Fuerzas Armadas y los Partidos políticos
deben incorporar estos derechos a sus reglamentos y estatutos. Así
tendrán respaldo juridico los hombres y mujeres que luchen por
su cumplimiento en esas institucioenes y organizaciones. Sobre todo en
la ensenanza en las Academias militares donde no sería mala idea
que actuen como docentes los abogados que han defendido las causas de
derechos humanos.
Cuando los derechos fundamentales de la persona figuren en nuestra Constitución,
acorde con el derecho internacional, sólo entonces empezaremos
a respirar acompasados.
segunda
semana de julio, 2003
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