Recuerdo que escuché una entrevista a la poetisa osornina, Delia Domínguez, en Radio España, durante la cual ella expuso con alegría que provenía de una ciudad donde convivían tres culturas: la alemana, la chilena y la mapuche.
No me pareció ajustado lo expuesto por la poetisa pues en Osorno no convivían las culturas mencionadas en un intercambio que pudiera haber sido fructífero.
Al contrario: los alemanes-chilenos persistieron en una autarquía y los mapuche huilliches fueron reducidos y expulsados hacia la costa. Los chilenos comunes crecían despreciando a los “cholos” y percibiendo que el poder de la región lo manejaban los alemanes.
Osorno se ha destacado por la presencia de los chileno-alemanes entre las autoridades, dueños de fundo y negocios diversos. Actualmente este poder lo disputan los chilenos-árabes, inmigrantes de comienzos del siglo XX.
Los alemanes que llegaron al sur desde mediados del siglo XIX han vivido diversas fases.
La primera fue de una asimilación completa. El nuevo país fue todo para ellos y juraron, solemnes, defender la patria, la familia y sus intereses. Más tarde fueron objeto de la propaganda nazi y colaboraron con cuerpo y alma con el nacional socialismo. Obviamente me refiero a la mayoría, no a todos.
La influencia alemana sobre el ejército a nivel nacional se repitió a nivel regional. Muchos oficiales tienen ese origen sureño.
Como ejemplo, puede mencionarse que, en 1942, en Osorno “con motivo de la celebración del Día Nacional de la Nueva Alemania, el vicecónsul Von Conta recibió ante su casa una serenata de la banda del regimiento. En el homenaje participaron el comandante del regimiento de Pioneros, Sr. Contreras, y el segundo jefe, comandante Portales, así como el comisario del Cuerpo de Carabineros y los representantes del gobierno.” (Víctor Farias. Los nazis en Chile).
Sin embargo, la derrota de Hitler llegó hasta Osorno y sus exclusivos colegio y club alemán. Pero no rompió la connivencia entre los dueños de fundo, autoridades y fuerzas armadas que compartían el poder.
En cuanto a los huilliches o mapuche de Osorno fueron reducidos a la sumisión antes de que se creara la república. Como escarmiento ante las rebeliones mapuche fueron ahorcados los varones mayores de 15 años. Mediante esta guerra los españoles impusieron el Tratado de las Canoas en 1793.
El tratado dispuso que las tierras desde los ríos Rahue y Damas hasta la Cordillera de los Andes eran para los españoles. Y aquellas en dirección a la costa serían habitadas por mapuche. Pero la expansión de los colonos alemanes y mestizos los empujó hasta el océano. Allí, reducidos, sobreviven.
¿Pero que tiene que ver esta mínima historia con los asesinatos de Osorno?
En realidad en el terror y los crímenes mucho tuvieron que ver los componentes de estas culturas osorninas.
De los testimonios publicados sobresalen en el asesinato el chileno mestizo coronel, Adrián Fernández Hernández, condenado a cadena perpetua. Y entre los torturadores de la región el capitán Hans Schernberger y su ayudante el cabo Colimán.
El testimonio de un sobreviviente relata que Schernberger luego de un simulacro de fusilamiento exclamó: “¡Se me salió el nazi, mierda!”
En realidad creo que es inexacto hablar de las tres culturas; preciso es decir que quienes compartieron el poder más los asimilados convivieron en la aplicación inmisericorde de la cultura de la muerte desde y durante la dictadura militar.
Orquestador de la impunidad en los homicidios fue el ex general Director de Carabineros, Rodolfo Stange. A este le enviaron una comunicación judicial indagatoria sobre la dotación de los carabineros que aparecían como autores o cómplices de ejecuciones y desapariciones de personas. Contestó que la nómina de carabineros del retén de Entrelagos y de la Tercera Comisaría de Rahue era “secreta”.
Rodolfo Stange Olckers aparece en la Audiencia Nacional de España como uno de los 38 altos cargos de Pinochet acusados de genocidio, terrorismo, torturas, detención ilegal seguida de desaparición.
LA NOTICIA.- Osorno fue nombrada recientemente en los medios por el fallo de la ministra en visita de la Corte de Apelaciones. Emma Díaz Yévenes, que condena a 24 oficiales y suboficiales de Carabineros por crímenes de lesa humanidad.
Los victimarios son un general, un coronel, un teniente coronel y 28 suboficiales.
El coronel Adrián Fernández Hernández, está condenado a cadena perpetua, el general Nelson Rodríguez Guerrero y el teniente coronel, Antonio Baros Muñoz, a 15 años, ambos.
Las victimas son 31 dirigentes sociales que apoyaban el gobierno del Presidente Allende. De ellos hay 15 detenidos y desaparecidos, 6 ejecutados, dos sobrevivientes y 8 torturados.
Este proceso ha podido ser realizado porque una de las personas detenidas, la alcaldesa de Entrelagos, Blanca Valderas Garrido, sobrevivió luego del intento de fusilamiento y de ser lanzada al río desde el Puente Pilmaiquén.
Su esposo, Joel Fierro, ex regidor socialista de Entrelagos, fue también detenido y fue hecho desaparecer. Ambos fueron detenidos el 17 de septiembre de 1973 por 8 carabineros del retén de Entrelagos. Fueron trasladados en una camioneta del SAG (Servicio Agrícola y Ganadero). Su casa fue desvalijada. Los detenidos posteriormente fueron llevados hasta el puente del río Pilmaiquen. Fueron obligados a arrodillarse y detrás de cada uno se ubicó un sujeto. Estos dispararon y echaron los cuerpos al río. La alcaldesa se salvó pues al ejecutor del fusilamiento se le trancó el fusil, le dio un golpe y la lanzó al Pilmaiquen. Ella se recuperó, nadó y pidió ayuda. Posteriormente se trasladó a Valdivia y a Santiago donde vivió oculta durante cinco años.
En estos homicidios como en otros se dio en todos los casos la complicidad de los dueños de fundo con los carabineros y militares. Y en numerosos casos la justicia ha dejado libres a los autores.
ESCATOLOGIA.- Un aspecto relevante en los sucesos no solo de Osorno sino del país es el lenguaje de la cultura de la muerte.
Los carabineros condenados por homicidio, desapariciones, ejecuciones o tortura , en sus declaraciones procesales, nombran a la alcaldesa de Entrelagos como “La Moño con piojos”.
En el documental “Salvador Allende” del cineasta Patricio Guzmán, una de las mujeres del “barrio alto” que participa en las manifestaciones sediciosas se declara contra el gobierno “corrompido” y “degenerado”, “inmundo” y dice que tienen que irse de chile todos los comunistas y marxistas “podridos”. Malditos sean, acota.
De la senadora de la UDI, Evelyn Mathei, es conocida su exclamación “¡Comunistas de mierda!” proferida ante la vista de una marcha de la izquierda.
El dictador Pinochet, diez minutos antes del bombardeo de la Moneda, al referirse a quienes aún permanecían junto al Presidente Allende dice: “Todo ese montón de jetones que hay ahí, el señor Tohá, el otro señor Almeyda, todos esos mugrientos...”
Es de interés consignar que en el análisis de estas declaraciones de derechistas consumados, que llegan al crimen o lo alientan intelectualmente, se unen las dos significaciones escatológicas.
Tanto la teológica como la utilizada por la psiquiatría.
La primera se refiere a la muerte, al castigo del pecador o la recompensa en la vida del más allá.
La segunda está relacionada con la suciedad y los excrementos las cuales describió abundantemente Sade.
Ninguna como estas declaraciones expuestas en momentos singulares por los personajes mencionados puede revelar con tanta exactitud la concepción cristiano occidental de la derecha.
Se puede considerar cualquiera de estas palabras. Por ejemplo, lo inmundo y la inmundicia aparecen a menudo en la Biblia. Según esta ideología religiosa lo inmundo es aquella impureza que resulta de tocar animales como el cerdo, el camello o peces y mariscos como el congrio, las ostras, los calamares y algunas aves.
Luego lo inmundo bíblico evolucionó trasladándose al interior de cada persona, a aquellos pensamientos pecaminosos, sucios, especialmente referidos a la sexualidad.
Si reflexionamos junto con Alejandro Lipchutz podremos concluir que toda esta parafernalia de palabras con olor a santidad tiene como única finalidad, en este caso concreto, mantener la discriminación social sobre un conjunto de personas.
Una piojosa no puede ser alcaldesa, los mugrientos como Toha o Almeyda no pueden ser ministros, los “corrompidos” y degenerados no pueden vivir en Chile... No tienen ni siquiera el derecho a la vida.
En cuanto al segundo significado es conocido el uso de los excrementos por los torturadores. Ni siquiera Andrés Zaldívar se salvó de los baldes con mierda.
Todos estos conceptos puestos en las cabeza de militares o carabineros armados, en situaciones en que no prevalecen las amarras a sus instintos criminales, los convierte en sicópatas como sucedió en Osorno.
EL FALLO:
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Que en Entrelagos, comuna perteneciente a la provincia de Osorno, un grupo de carabineros pertenecientes a la tenencia de Entrelagos y a la tercera Comisaría de Osorno, abocados especialmente a la detención, encierro apremio de personas sindicadas como dirigentes, militantes o simpatizantes del régimen de la Unidad Popular, entre los días 15 y 17 de septiembre de 1973,detuvieron a Blanca Valderas Garrido, ex regidora y alcaldesa de Entrelagos y a su cónyuge Joel Fierro Inostroza , a José Ricardo Huenumán Huenumán,Martín Núñez Rozas y Luis Sergio Aros Huiochacán,
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trasladándolos a la citada tenencia , y en al madrugada siguiente por orden del Comisario de la Tercera Comisaría de Osorno,,los trasladaron hasta el puente colgante del río Pilmaiquén, ubicado en el costado Oriente de la carretera Panamericana, y una vez allí, con la vista vendada fueron colocados junto a la baranda del puente y procedieron a fusilar a Martín Núñez Rozas, cuyo cadáver fue inhumado ilegalmente en la orilla norte de dicho río, exhumado en el año 1999 e identificado en el año 2001.
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Se intentó fusilar a Blanca Valderas Garrido, pero antes de lograrlo, cayó al río y salvó con vida y
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Fueron vistos por ultima vez , aún detenidos, Joel Fierro Inostroza, José Ricardo Huenumán Huenumán y Luis Sergio Aros Huichacán, sin que hasta la fecha se sepa su paradero.
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Asimismo se encuentra acreditado que el día 16 de septiembre de 1973 Arturo Jesús Valderas Angulo, fue detenido cuando se presentó voluntariamente a la tenencia de Entrelagos, quedando detenido en ese lugar, sin que hasta ahora se sepa su destino o paradero.
VICTIMARIOS.-
Coronel Adrián Fernández Hernández, presidio perpetuo
General Nelson Rodríguez Guerrero, 15 años.
Teniente coronel, Antonio Baros Muñoz, 15 años.
A 20 años de prision los suboficiales Rolando Becker Solis, Rafael Pérez Torres, Gustavo Muñoz Albornoz, Raúl Enrique Zapata, y Jorge Obando Rodríguez,
A 15 años los suboficiales Germán García y Camilo Astete Cáceres.
A 4 años los suboficiales Armando Angulo Fuschloger, Jorge Barrientos Camadro, Héctor Matus Martínez, Francisco Ovando Cárcamo, Guido Almonacid Almonacid, Renato Lezana Lezana, Amado Hernández Rivas, Pablo Mancilla Bórquez, Dagoberto Gajardo, Nelson Soto Rubilar, Mario Cabello Yañez, René Bórquez Angulo y Orozimbo Sepúlveda.
A 5 años y un día Sergio Conejeros Ortega.
Se subentiende que todos están en retiro.
La lista de las víctimas:
DESAPARECIDOS: Santiago Aguilar Duhau, César Ávila Lara, José Vidal Panguilef, José Nelcul Paisil, Flavio Valderas Mancilla, Lucio Angulo Carrillo, Jorge Altamirano Vargas, René Burdiles Almonacid, Joel Fierro Inostroza, José Huenumán Huenumán, Luis Aros Huichacán, Arturo Valderas Angulo, José Panguinamun Alef, Guillermo Peters Casas, Mario Fernández Acum.
EJECUTADOS: Raúl Santana Alarcón, Gustavo Igor Spormann, Martín Nuñez Rosas, Ricardo Aguilar Cubillos, Edgard Cárdenas Gómez, y Ester Bustamante Llancamin.
SOBREVIVIENTES. Blanca Valderas Garrido y Carlos Hurtado Gallardo.
TORTURADOS: Juan Igor Spormann, Luis Oliveros Angulo, Armando Vargas Coñuel, Juan Aguilar Angulo, René Llanquilef Llanquilef, Eliecer Reyes Gallardo, Ida Torres Santana y Leandro Sanhueza Flores.
Entre las personas que fueron objeto de represión aparecen varios apellidos mapuche. La presencia de los chileno-alemanes entre los torturadores también es numerosa. No figuran en la lista porque hay impunidad. Por ejemplo, el oficial de Carabineros, Hans Schernberger fue absuelto por una sala de la Suprema de una condena a diez años de prisión. En esferas relacionadas con la defensa de los derechos humanos se teme que las condenas de la jueza, Ema Díaz Yévenes, sean reducidas por la Sala Penal de la Corte Suprema.
Miguel Gómez S.
Inicios abril 2008
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