„La
grandeza de América no tiene límites“ , frase para
el bronce, pronunciada en su primer discurso por el reelecto presidente
norteamericano George Bush. Como ustedes ven no se trata ya de Norteamérica
sino de América.
La oración merece bronce porque representa la más
concentrada idea imperial. Sólo un imperio cree no tener límites
y siempre buscará seguir ensanchándose, hasta que se pudra,
como todos los imperios anteriores.
El tradicional discurso de la izquierda sobre el „imperialismo norteamericano“
lo apropia y lo expresa el mismo poder norteamericano. Así de simple,
de complicado, pues cuando Bush dice América tiene en su mente
a Estados Unidos y a Latinoamerica que es absorbida por la palabra que
refleja una dominación, con algunas excepciones, verificable.
A Estados Unidos se conoce y se nombra como América
no sólo en USA sino también en Europa y otros continentes.
Ni USA ni Norteamerica sino América. Y en cada programa informativo
de televisión y en los diarios, donde muchos ilustrados europeos
repiten lo que dicen las agencias norteamericanas, se escucha hablar y
escribir sobre los resultados de las elecciones en „América“.
Y si usted creyera que todo es simplemente una casualidad, estaría
naturalmente equivocado. Porque, por ejemplo, uno de los principales asesores
e ideólogos de Bush, Richard Perle, ex consejero de defensa en
ese gobierno, ha sostenido que muchos dicen que la capital de Latinoamerica
es Florida. El dice directo que ahora „somos un imperio“.
Perle no se extrañó que en el debate de la campaña
electoral norteamericana la realidad latinoamericana no fuera tema ni
para Kerry ni Bush. Los principales temas que dieron la victoria a Bush
fueron Dios y la Guerra contra el terrorismo. Un mensaje muy simple pero
de gran efecto ante una población de tradición conservadora,
sobre todo en el sur de Estados Unidos, y convincente ante un sector atemorizado.
LA
PERVERSION DE DIOS
Estamos
en guerra contra el terrorismo y Dios me ha elegido para ganar esa guerra.
Y punto. Así ganó Bush.
Un diario escandinavo se formuló la siguiente pregunta: ¿pueden
50 millones de norteamericanos ser tontos?
Definitivamente no, detrás de los electores de Bush hay un nucleo
duro, conservador, que pervierte la religión y la noción
de Dios, y que está convencido de que EE.UU es un imperio. Es gente
que no sólo se ha acostumbrado a las guerras sino que es consciente
de que un imperio se mantiene y ensancha su poder a través de las
guerras.
Por eso todo indica que la política de Bush profundizará
la confrontación con los países nombrados como integrantes
del Eje del Mal. La lista hace ya largo tiempo que ha sido construída:
allí están Irán, Siria, Corea del Norte y otros integrados
en ese libro „la Cuarta Guerra Mundial“ escrito por James
Woolsey.
Es evidente que consejeros y muchos de los que votaron por Bush creen
que está en desarrollo la cuarta guerra mundial. Hasta ahora Bush
ha logrado incorporar a la guerra de EE.UU. contra Irak a otros países
donde imperan gobiernos proclives y/o comprables.
El problema es que lo que hace o no hace EE.UU. tiene una
influencia enorme. Y advierto que la política imperial produce
acciones incluídas en este marco de horror; el más reciente
fue el asesinato de un director de cine en Holanda por un musulmán,
y como venganza el incendio de una escuela musulmana. En Francia y otros
países se registran hechos similares. El odio generado por la política
norteamericana está produciendo efectos y puede enrarecer aún
más el clima mundial.
La derecha fundamentalista que ganó en USA está
repartida en todo el mundo. Su rostro es reconocible en todo lugar: es
el de la comisaria europea de Aznar, la Loyola de Palacio, la derecha
golpista en Venezuela, y en nuestro país los Novoa, Longueira,
Fernandez y otros iluminados por un mesianismo depredador.
El primer
acto de gobierno de Bush ha sido masacrar la resistencia iraquí
con medios y fuerzas desproporcionados. Falluja ha sido convertida escombros.
En los mismos días del bombardeo y el ataque a Falluja, la Fuerza
Aérea Norteamericana anunció que construye una megabomba.
Esta se llama „Massive Ordenance Penetrator“, pesará
13 mil 600 kilos. Sobrepasará, entonces, a la actual „madre
de las bombas“ denominada „Racimo de Margaritas“, que
pesa 6 mil 800 kilos. El sadismo del lenguaje que precede las acciones
de guerra es evidente.
Bush necesita nuevas „victorias“ para ese mundo feliz sin
fronteras, sin límites...para esa grandeza que le asigna Dios a
su „asombroso país“.
PERO
AMERICA LATINA...
Vuelvo
al aserto de que Florida sería la capital de Latinoamerica que
expresa no sólo un deseo sino también una historia, pues,
por desgracia, nuestro continente cuenta con vendedores de dignidad.
Sin embargo, existe siempre una diferencia y a veces un abismo entre la
propaganda norteamericana y la realidad. Porque si algo compensa esta
visión conservadora fundamentalista del mundo son los resultados
de las elecciones registradas en algunos países de América
Latina casi simultáneamente con las elecciones norteamericanas.
Me refiero a los resultados registrados principalmente en
Uruguay (presidenciales), Venezuela (gobernaciones), Chile (alcaldes y
ediles) que favorecieron directamenente a la izquierda o a la centro izquierda.
Si sumamos a Brasil y a Argentina podemos advertir que en Latinoamerica
se está dando una tendencia que es exactamente contraria a la que
se vive en el Norte de América. Esta tendencia es contraria a los
fundamentalismos, sobretodo de derecha, y puede calificársela
de centro izquierda. Son gobiernos que surgen como protesta a la desigualdad,
a la falta de oportunidades, y en oposición tibia o decidida a
la hegemonía norteamericana que prohijó las dictaduras militares
que con sus atrocidades espantan al más pintado...
Miguel
Gómez S.
mediados de noviembre, 2004
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