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14-10-2004
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polemica / 15
BUSH Y SU
„MUNDO FELIZ“

 

  „El director abrió una puerta. Entraron en una vasta estancia vacía, muy brillante y soleada, porque toda la pared orientada hacia el Sur era un cristal de parte a parte. Media docena de enfermeras, con pantalones y chaqueta de uniforme, de viscosilla blanca, los cabellos asépticamente ocultos bajo cofias blancas, se hallaban atareadas disponiendo jarrones con rosas en una larga hilera, en el suelo. Grandes jarrones llenos de flores. Millares de pétalos, suaves y sedosos como las mejillas de innumerables querubes, pero de querubes, bajo aquella luz brillante, no exclusivamente rosados y arios, sino también luminosamente chinos y también mexicanos y hasta apopléticos a fuerza de soplar en celestiales trompetas, o pálidos como la muerte, pálidos con la póstuma blancura del mármol.
„Cuando el DIC entró, las enfermeras se cuadraron rápidamente.
--Coloquen los libros –ordenó el director.
En silencio, las enfermeras obedecieron la orden. Entre los jarrones de rosas, los libros fueron debidamente dispuestos: una hilera de libros infantiles se abrieron invitadoramente mostrando alguna imagen alegremente coloreada de animales, peces o pájaros.
--Y ahora traigan a los niños.
Las enfermeras se apresuraron a salir de la sala y volvieron al cabo de uno o dos minutos; cada una de ellas empujaba una especie de carrito de té muy alto. Con cuatro estantes de tela metálica, en cada uno de los cuales habría un crío de ocho meses. Todos eran exactamente iguales (un grupo Bokanovsky evidentemente) y todos vestían de color caqui, porque perteneceían a la casta Delta.
---Pónganlos en el suelo.
Los carritos fueron descargados.
--Y ahora sitúenlos de modo que puedan ver las flores y los libros.
Los chiquillos inmediatamente guardaron silencio, y empezaron a arrastrarse hacia aquellas masas de colores vivos, aquellas formas alegres y brillantes que aparecían en las páginas blancas. Cuando ya se acercaban, el sol palideció un momento, eclipsándose tras una nube. Las rosas llamearon como a impulsos de una pasión interior; un nuevo y profundo significado pareció brotar de las páginas de los libros. De las filas de críos que gateaban llegaron pequenos chillidos de excitación, gorjeos y ronroneos de placer.
El Director se frotó las manos.
--Estupendo! --exclamó--. Ni hecho a propósito.
Los más rápidos ya habían alcanzado su meta. Sus manecitas se tendían, inseguras, palpaban, agarraban, deshojaban las rosas transfiguradas, arrugaban las páginas iluminadas de los libros. El director esperó verles a todos alegremente atareados. Entonces dijo:
--Fíjense bien.
La enfermera jefe, que estaba de pie junto a un cuadro de mandos, al otro extremo de la sala, bajó una pequena palanca.
Se produjo una violenta explosión. Cada vez más aguda, empezó a sonar una sirena. Timbres de alarma se dispararon locamente.
Los chiquillos se sobresaltaron y rompieron en chillidos; sus rostros aparecían convulsos de terror.
--Y ahora –gritó el director (porque el estruendo era ensordecedor)--. Ahora pasaremos a reforzar la lección con un pequeno shock eléctrico.
Volvió a hacer una señal con la mano, y la enfermera jefe pulsó otra palanca . Los chillidos de los pequenos cambiaron súbitamente de tono. Había algo casi demencial en los gritos agudos, espasmódicos, que brotaban de sus labios. Sus cuerpecitos se retorcían y cobraban rigidez; sus miembros se agitaban bruscamente,como obedeciendo a los tirones de alambres invisibles.
--Podemos electrificar toda esta zona del suelo –gritó el director, como explicación--. Pero ya basta.
E hizo otra señal a la enfermera.
Las explosiones cesaron, los timbres enmudecieron , y el chillido de la sirena fue bajado de tono hasta reducirse al silencio. Los cuerpecillos rígidos y retorcidos se relajaron, y lo que había sido el sollozo y el aullido de unos niños desatinados volvió a convertirse en el llanto normal del terror que era ordinario.
--Vuelvan a ofrecerles las flores y los libros.
Las enfermeras obedecieron; pero ante la proximidad de las rosas, a la sola vista de las alegres y coloreadas imágenes de los gatitos, los gallos y las ovejas, los niños se apartaron con horror, y el volumen de su llanto aumentó súbitamente.
--Observen –dijo el director, en tono triunfal--. Observen.
Los libros y los ruidos fuertes, flores y descargas eléctricas; en la mente de aquellos niños ambas cosas se hallaban ya fuertemente relacionadas entre sí; y al cabo de doscientas repeticiones de la misma o parecida lección formarían ya una unión indisoluble. Lo que el hombre ha unido, la Naturaleza no puede separarlo.
--Crecerán con lo que los psicólos solían llamar un odio „instintivo“ hacia los libros y las flores. Reflejos condicionados definitivamente. Estarán a salvo de los libros y de la botánica para toda su vida. –El director se volvió hacia las enfermeras--. Llévenselos.
Llorando todavía, los niños vestidos de caqui fueron cargados de nuevo en los carritos y retirados de la sala, dejando tras de sí un olor a leche agria y un agradable silencio“


„Un Mundo Feliz“, de Aldous Huxley. Pgs 27,28,29

  Esta novela, publicada en 1932, apuntó al desarrollo humano probable de algunas tendencias. Este desarrollo probable lo ejecuta el poder político, militar, económico...Y cuando la releo no puedo dejar de asociar estás páginas con las bombas sobre Falluja o Nayaf o los barrios y campamentos palestinos.
De inmediato alguien me podría decir y por qué no mencionas las bombas que detonan los palestinos en Israel o los árabes en Irak. Muy simple: hay bombas invasoras y bombas que se defienden de la invasión. Hay bombas que representan la tendencia a dominar y otras que defienden su posibilidad a formarse como Estado o a decidir sus destinos por si mismos. Esa distinción es de rigor formularla luego de afirmar que estoy en contra de toda bomba que asesina a civiles y niños, pero ese dolor y ese humo no pueden impedir que vea las diferencias.
Las bombas invasoras en Irak o en precario territorio palestino están inspiradas en la eterna pesadilla producida por dominar al otro mediante el terror. Se trata de matar para dominar, humillar, subordinar y someter.
En la novela de Huxley se crean reflejos condicionados en los niños ante los libros y las flores mediante el terror. Sirenas, timbres de alarma, shocks eléctricos: digamos bombardeos para que un sector de la población nunca más tenga un pensamiento libre, un sentimiento conmovido ante algunas páginas o frente a la belleza.
Las bombas invasoras de Irak pretenden crear un reflejo condicionado: nunca pienses como árabe, piensa como occidental. La libertad se quiere imponer con bombardeos diarios que producen decenas, centenas de muertos. Sangre y destrucción producen la „libertad“ y la „democracia“. Acepta este pacto de sumisión o de lo contrario de nuevo vendrá la libertad y la democracia, naturalmente „regaladas“ por dioses norteamericanos que, a cambio, „sólo“ demandan energía negra. Pero esos dones serán negados a los disconformes y rebeldes... Ellos tendrán no sólo sirenas y timbres de alarma y shocks eléctricos sino tanques, bombas de defierentes tipos, prisiones, torturas... Si no ha leído la novela, se la aconsejo.

  El poder aplica un esquema primitivo, pero de una eficacia persuasiva escalofriante, porque dispone de la propiedad de los medios de destrucción masiva de la verdad. No acepta ningún otro punto de vista, ningún otro aspecto de la verdad, por eso el gobierno arabe sumiso de Irak expulsa a la television Al Jazeera. El pensamiento único transformado en imágenes uniformadas se extiende por el mundo. Al mismo tiempo „construye „ la historia del futuro. La que quiere que se lea, no la verdadera. Y aquellos que discrepen de esa interpretación serán tratados como antipatriotas o enemigos.

  El poder aparece como inconmovible. El Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, puede decir que la guerra en Irak es „ilegal“, pero no sucede nada. Bush sigue afirmando que construye en ese país „un mundo feliz“ y que hoy el planeta y los norteamericanos tienen más seguridad.

  Mensaje para acríticos, gente que se guía por emociones convulsas instaladas en sus mentes por el poder. Son los Epsilones de la novela de Huxley, semiidiotas, base de apoyo social de cada dictadura, de allí surgen los que nunca vieron nada, los cómplices, los agresivos y los torturadores. Esa gente adolece de cultura, posee un gran potencial en sentimientos primarios.
El jefe de la delegación norteamericana investigadora en Irak de armas de exterminio termina su labor y dice que en Irak no había armas letales. Y Bush sigue con su cantinela y, de paso, vende a Israel 5 mil bombas „inteligentes“.
Puede una bomba ser inteligente? Esta adjetivación es truco de un lenguaje manipulador indignante. Detrás de esta bomba hay un destructor, y la única inteligencia admisible en el siglo XXI es aquella que evita las guerras y evita la destrucción de nuestro nicho, la tierra, y del ser humano, para que las generaciones venideras tengan acceso a la vida y a sus infinitas posibilidades.

  La niña Imam al Hams salió de su casa hacia la escuela. Había una densa neblina, extravió el camino. De pronto escucha gritos. Se asusta, corre y huye cuando siente disparos. Pero las balas son más rápidas, la niña es abatida. Esta muerta. Se acerca un oficial israelí y le dispara todo el cargador. El cuerpo de la niña se convulsiona como muneca de trapo. A Iman al Hams, de 13 anos, le extrajeron 20 balas. El relato de su asesinato lo hizo un soldado israelí que no pudo callar ante crimen tan abyecto.
48 horas después detonan varias bombas en un hotel de turistas en Egipto y mueren decenas de personas, la mayoría israelíes.
Puede ser una solución al conflicto palestino israelí la política de Sharon? Como ya he escrito nadie ha dañado tanto la seguridad de los judios como la política de este general que ha puesto a su país en la ilegalidad. No olvidar que el Tribunal Penal Internacional declaró ilegal el muro de Cisjordania. Luego la Asamblea General de Naciones Unidas por 150 votos contra 6 instó al gobierno de Sharon a cumplir ese dictamen. Para el jefe del gobierno israelí tal pronunciamiento no significa nada.
Y sigue matando: y el nombre bajo el cual muere esa niña y un centenar de palestinos es „Días de Penitencia“. Que un gobierno denomine „Días de Penitencia“ a la invasión del territorio palestino con tanques, helicópteros y bombardeos suena a fundamentalismo. ¿Con qué derecho pueden criticar a aquellos países donde no existe separación entre Estado y religión? Y, además, cualquiera, sin ser especialista en religion, sabe que penitencia es un sacramento que el concilio vaticano segundo lo asoció a la reconciliación de los „pecadores“ con Dios y la Iglesia. El gobierno de Sharon asocia este sacramento a la venganza mediante la destrucción y la muerte colectivas. ¿Acaso no estamos en presencia del genocidio de un pueblo?

 Pero si alguien creyera que se impone la tendencia a la destrucción estaría equivocado. Creo en la sensatez y estoy seguro que prevalecerá. Incluso ese gesto de Brasil y Chile, Francia y España de realizar, al abrirse el nuevo periodo de la asamblea general de naciones unidas, una cumbre contra el hambre tiene importancia. Pues en política siento que cada matiz tiene significación.
La asamblea general no estuvo dominada por el mesianismo de Bush sino también se presentó la alternativa de hacerle la guerra al hambre, de lograr que los países ricos entreguen una parte de su producto, modesta compensación al saqueo colonial realizado durante siglos. Es lo mínimo que pueden aportar.
Se dice que una golondrina no hace verano, es cierto, pero en todo caso esa cumbre contra el hambre sirve para mostrar al mundo la otra cara de la medalla.
Finalmente quisiera decir que creo que muchos chilenos tienen cultura política. Esa cultura en movimiento político y social aventó a la dictadura de Pinochet. Esa cultura es la que llama a manifestarse contra Bush que estará en Chile a mediados de noviembre en la reunión de la APEC. Este foro se realizará entre el 19 y 21 y diversas organizaciones han convocado a manifestarse. Porque Bush representa, como dicen los convocantes, todo lo que no queremos: la guerra, la muerte, el terror y el intento por apoderarse de las riquezas de los países pobres.

 

Miguel Gómez S
A mediados octubre 2004


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