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El factor militar
Analisis de la carta del suicidado coronel ® Barriga
Mi país / 14

  

  El coronel ® Germán Barriga se lanzó del 18 piso de un edificio de Las Condes. La forma elegida para suicidarse quizás tenga que ver con su participación en la organización de la desaparicion de detenidos políticos que durante la dictadura militar fueron lanzados al mar desde helicópteros. El coronel Barriga no pudo más con las dificultades y, tal vez, con la conciencia criminal, pues el peso de ésta aumenta a medida que crece la democracia en el país. Con tribunales funcionando.
  El coronel estaba procesado, pero no detenido, aunque su participación en tormentos, crímenes y desapariciones, como uno de los oficiales de la DINA, estaba acreditada.
Ultimamente trabajaba en „seguridad“, pero lo echaban cuando se conocía su prontuario. El prontuario fue conocido porque Barriga fue varias veces funado. Y llegó a una vía sin salida como lo explica en la carta que dejó escrita. El suicidio ocurrió en la tercera semana de enero, creo que el 17.
Con su muerte hizo noticia el coronel.
  Creo que tenemos noticias militares para rato, en el ámbito judicial. Aunque con la reforma procesal se proyecta un nuevo intento por implantar impunidad. Se habla de establecer un „horizonte temporal“ para los casos de derechos humanos. Esta sería la aspiración del general Cheyre.
Obviamente esta aspiración está a contrapelo de la legislación internacional que establece que los crímenes de lesa humanidad son imprescriptibles, no sujetos a amnistía.
  Los procesos son sumamente aleccionadores. Así aprenderán los uniformados a conducirse extrictamente en el rol que le ha asignado la sociedad. Porque nadie les adjudicó como funciones el matar y hacer desaparecer compatriotas.
  Quizás finalmente el alto mando comprenda esta sencilla realidad y se ubique en cuanto a que las Fuerzas Armadas no son ni serán reserva moral de nada ni de nadie. Ni menos aún tienen autoridad para autoadjudicarse el rol tutelar de los valores o de la sociedad civil.
  Basta pensar en Pinochet que es el mayor representante de la descomposición no sólo humana sino estrictamente militar. Aparte de todo lo conocido, ahora se suman pasaportes falsos, malversación de caudales públicos, evasión tributaria, negociaciones incompatibles, etc. Escribo etc porque aparte de falsificación de documentos se presume tráfico ilegal de armas y lavado de dinero como fuentes de su cuenta bancaria en el Riggs que suma 16 millones de dólares. Más la cuenta „nacional“, de bienes declarados, que asciende a 853 millones de pesos. Por eso son lamentables las intervenciones del comandante en jefe del ejército, general Emilio Cheyre refiriéndose a las presuntas dolencias de Pinochet. La ultraderecha también trata de manipular el buen sentimiento de los chilenos apelando al „maltrato de un par de ancianos“ (sic).

  LA CARTA DEL CORONEL

  El coronel Barriga llegó a la situación de tener que suicidarse „todo por vivir y cumplir órdenes en el período del Gobierno Militar“.
Ojalá el general en jefe del ejército, Emilio Cheyre, haya leído la carta. Le refrescará la memoria. Es necesario porque el general ha sostenido que en el Ejército jamás existió una doctrina institucional de violación a los derechos humanos.
  Falso, general: la doctrina institucional existió ( y lo más probable es que aún existe) y se llamó doctrina de seguridad nacional y correspondía a una imposición doctrinaria del gobierno y del ejército de los Estados Unidos.
  Practicamente todos los oficiales que aparecen en la lista de criminales y torturadores realizaron cursos de instruccion teórica y práctica en las escuelas militares de Norteamérica.
Esta misma doctrina y su correspondiente instrucción es la que está produciendo escándalos en Estados Unidos, Inglaterra, Dinamarca. Además en Alemania, Austria y otros países se ha revelado que sus ejércitos instruyen la tortura del „enemigo“ utilizando a sus propios soldados como objetos vejatorios.
Irak es ejemplo trágico si se leen los testimonios de los propios soldados norteamericanos. Jimmy Massey, desertor, ha informado a un tribunal en Canadá como su unidad asesinaba a a civiles desarmados.
Gran Bretana horroriza de nuevo al mundo cuando en un proceso que se realiza en una ciudad alemana contra soldados británicos se publican 22 fotos de soldados ingleses torturando a iraquíes.
Lo mismo ocurre con el ejercito israelí que ha debido admitir la muerte de 148 palestinos desarmados en el 2 mil 4. Personas y ninos rematados, vejaciones de cadáveres.
  Todo esto tiene un denominador común: una doctrina que nace en USA y la propaga la OTAN y otros organismos del mismo tipo. Bush anuncia más fuego para quemar a los enemigos del progreso. Este fuego llegará a los lugares más oscuros del mundo, anunció al asumir su segundo mandato presidencial.


  ¿UNA SOCIEDAD VENGATIVA?

  El coronel, Germán Barriga escribió en su carta que no quería ser un cacho viviente, lleno de dificultades y malestares sin solución „en esta sociedad vengativa“.
Barriga estaba considerado como uno de los oficiales de la DINA más crueles, y, al parecer, murió creyendo que fue bueno matar y hacer desaparecer chilenos. Creía que debía seguir viviendo en paz con su familia. Pensaba que la impunidad sería eterna.
  La equivocación del coronel y de otros uniformados reside en que bajo un régimen democrático debe funcionar la ley, y, por tanto, los tribunales deben cumplir sus funciones. No se trata de venganza sino de justicia.
El contexto actual es otro. No es el contexto aludido por el general Cheyre, de la guerra fría, para tratar de explicar las monstruosidades militares. El contexto actual permite que se haga justicia más allá de las ridículas amenazas de unformados en retiro formuladas en el entierro del coronel Barriga quienes exigieron el término de los procesos.
  En este cuadro la actitud del comandante en jefe del ejército de suspender sus vacaciones para dar el pésame a la familia del coronel Barriga está a contrapelo con la sinceridad de sus discursos. Está fuera de contexto manifestar un gesto de solidaridad con un oficial que estaba acusado y procesado por crímenes de lesa humanidad. La actitud de Cheyre muestra que el pinochetismo aún pesa en las Fuerzas Armadas.
Existen legítimas dudas sobre el elogio al reconocimiento hecho por el comandante en jefe del ejército, general Emilio Cheyre, sobre la responsabilidad de esa institución en la violación sistemática de los derechos de las personas durante la dictadura de Pinochet. Y faltó poco para que lo premiaran por admitir una verdad histórica que todos conocemos.
  Ese discurso del general Cheyre forma parte del proceso de transición y es un indicio serio de la fuerza de la democratización. Creo que nuestro país recupera esa vitalidad que tuvo en los años sesenta y setenta; el tejido político que Pinochet quiso destruir se reconstruye. Bajo otras formas, porque la historia representa, al menos, movimiento.
Este es el contexto que explica el discurso del general Cheyre. Naturalmente está forzado por el clima político actual. Bien podría haber seguido el hilo del mismo discurso que hace la ultraderecha, de pretender que la dictadura repudiaba los apremios ilegítimos y y que se daban instrucciones para castigar a los culpables, como dijo el senador UDI, Sergio Fernandez, exministro del interior de Pinochet.
El valor del reconocimiento del general Cheyre es justamente el concluir que no puede seguir sosteniendo falsedades. La construcción ideológica de la mentira se desplomó. Este es un hecho de gran importancia. Si no que lo diga Pinochet.

Miguel Gómez S
tercera semana de enero, 2005

 

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