Obama, Sarkozy, Cameron y Zapatero han convertido la guerra civil que se desarrollaba en Libia, entre rebeldes y fuerzas leales a Gadafi, en una guerra internacional.
Ninguno de estos líderes mencionados propusieron una vía política para resolver el conflicto de poder en Libia. La iniciativa de paz del presidente venezolano ni siquiera fue considerada. Tampoco el ofrecimiento de Libia del ingreso de observadores de Naciones Unidas.
Era una guerra anunciada por Estados Unidos y Europa para mantener sus empresas petroleras y sus intereses políticos en Libia.
La planificación fue minuciosa: en primer lugar con una campaña mundial de propaganda destinada a crear aprobación, luego buscaron el marco legal, y enseguida, en horas, atacaron pues todo estaba dispuesto.
Tal como sucedió en Irak, el poder internacional y mediático, ha manipulado a la opinión pública internacional.
Los mismos dirigentes políticos que inician la guerra han mantenido óptimas relaciones con Gadafi.
El pretexto de defender a la población civil es tan falso como el de la supuesta existencia de armas de destrucción masiva con que Bush, Blair y Aznar iniciaron la guerra en Irak.
La escalada de violencia que supone la intervención militar yanqui y europea en Libia significará la muerte de hombres, mujeres y niños libios, sean del bando de Gadafi o de los rebeldes. Los 2 millones de inmigrantes que trabajaban en suelo libio son las primeras víctimas.
Las armas que se usan en Libia provienen de los mismos países atacantes.
Es tan grande el cinismo que, en los mismos días en que hablaban de masacres en Libia, aviones de la OTAN asesinaban en un bombardeo en Afganistán a 9 niños que buscaban leña.
En la trama alrededor de Libia existe no sólo un doble estandar europeo norteamericano sino corrupción, incluso de los valores.
Si los mismos actores que ponen el grito en el cielo ante las víctimas de la guerra civil de Libia hubieran tenido la misma reacción ante la matanza de más de un millar de palestinos en Gaza, entonces podríamos creer.
Es noticia permanente la muerte de vÍctimas inocentes en las guerras que conduce la OTAN en Irak y Afganistán.
A esas guerras se agrega la de Libia para oficializar el control y tal vez la división de ese país. Tal como en Corea o en la ex Yugoeslavia.
Es un hecho que Libia ya no será la que era, hay destrucción y muertos de por medio.
La obsesión por la cabeza de Gadafi y el flujo y el control del petróleo y las ganancias que suponen, guía la conducta de yanquis y europeos.
Lo dijo un libio: los europeos sólo piensan en la bencina para sus autos y no en los seres humanos que mueren en Libia.
Además Libia está a pasos de Europa; el golpe está también dirigido en contra de la Organización de Países Exportadores de Petróleo.
Europa y Estados Unidos se suben al carro de la revolución que se desarrolla en los países árabes.
Tras décadas de expoliacion conjunta con el poder de minorías privilegiadas o dictaduras “descubrieron” a los pueblos en Túnez, Egipto, Libia y otras naciones de Oriente Medio y del norte de Africa.
Esos mismos pueblos que durante décadas EE.UU y Europa mantuvieron bajo opresion y miseria al apoyar a los dictadores y monarcas que han resguardado sus intereses petroleros.
El periodista, Javier Valenzuela, uno de los voceros del diario español “El País” ha nombrado a los países del Norte de Africa como “nuestro patio trasero.”
Afirmó que así como Estados Unidos tiene a México y Latinoamérica como su patio trasero, estos paises nor africanos son nuestro patio trasero. Tal cual.
O como relató un corresponsal del periódico francés “Libération”. Dijo en uno de sus despachos que un alto representante del gobierno de Sarkozy en Túnes habló a los periodistas de ese país como si fueran sus sirvientes. Fue tal la arrogancia que debió disculparse.
Estos ejemplos, que muestran desprecio hacia los pueblos árabes, forma parte de la ideología colonial del orientalismo que ha nutrido el pensar de los gobernantes de occidente sobre esas naciones.
En el caso de Libia hay algunos hechos que pueden ayudar a una reflexión más ajustada a la realidad que a la representada por el poder mediático occidental.
Digo representada porque tanto EE.UU. como Europa, especialmente las viejas potencias coloniales, siempre han estimado que los pueblos árabes no pueden representarse a si mismos.
1.- Las armas que se utilizan en la guerra civil de Libia proceden de Europa. Los principales paises exportadores de armas a Libia son Italia, Malta, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Bélgica, España y otros. Con armas europeas se matan entre si los libios.
2.-. Europa recibe el 79% de la produccion total del petróleo libio. Los paises y principales empresas beneficiadas son: Italia (ENI); Alemania (Wintersshall,BASF, Siemens ); Francia (TOTAL);)Gran Bretaña (BP); España (REPSOL). Estas empresas obtienen cuantiosas ganancias con el petróleo libio.
3.- Libia es el país africano con el mayor producto per cápita en África, tiene la más alta esperanza de vida y ocupa el primer lugar en el desarrollo humano en ese continente. En el informe de desarrollo humano del PNUD 2010, referido a Libia aparece en el lugar 53. Chile ocupa el lugar 45 y Argentina el 46. México o Brasil están mucho más atrás que Libia. La misma posición ocupa Libia en el Indice de Desarrollo Humano ajustado a desigualdad. Existe mayor desigualdad en Costa Rica o Rusia que en Libia.
4.- Libia que tiene una poblacion de 6 millones de habitantes da (daba) ocupación a alrededor de dos millones de inmigrantes que proceden de países vecinos y subsaharianos. Muchos han huído a causa de la guerra.
Si la guerra civil causó graves problemas, mayores serán los ocasionados por la guerra internacional iniciada por el Premio Nobel de la Paz, Barack Obama, los derechistas, Sarkozy y Cameron y el “pacifista” Zapatero.
Miguel Gómez S.
Domingo, 2011-03-20