Tea-Bag
es el nombre de una joven africana que se encuentra en un campo que concentra
a inmigrantes ubicado en el sur de España. Ella sobrevivió
la travesía en una patera, otros murieron ahogados. En la ribera
la esperaban soldados españoles armados, apoyados por perros pastores
alemanes.
Sus posibilidades de ser acogida en algún país europeo son
remotas e inestables y requieren de cierta astucia, como por ejemplo ocultar
el país del cual proviene. Nadie tiene documentos, aquellos que
los tenían los arrojaron al mar.
Un día saben que Alemania recibirá una cuota de Bangladesch,
y todos tratan de probar que vienen de ese país. Repentinamente
se anuncia que se completó.
Se abre otra posibilidad: Francia recibirá algunos refugiados kurdos.
La joven africana se presenta ante el español encargado, nombrado
Fernando, y le dice que quiere refugiarse en Francia pues es kurda.
El empleado le dice tu tienes la piel negra, los kurdos se ven como yo.
Ella replica que hay excepciones, afirma que su padre no era kurdo, sí
su madre.
El le dice que será mejor que se vaya, pero le pregunta su nombre.
Ella busca rápidamente algún nombre, de pronto ve sobre
la mesa de Fernando una tasa de té y dice que se llama Tea-Bag.
Le pregunta si es un nombre kurdo, y ella contesta que su madre quiso
que ella tuviera un nombre inglés.
Excelente es esta novela del escritor y dramaturgo sueco, Henning Mankell,
"Tea-Bag", que recién he terminado de leer, aunque este
autor es más conocido por su serie de libros policiales con acento
social que en español ha publicado la editorial Tusquets.
Tea-Bag
es una vía literaria para aproximarse a los cambios del mundo europeo
originados por el factor de la inmigración, cuestión social
que se ha tornado en uno de los principales asuntos políticos en
Europa y Estados Unidos.
Los países europeos y Estados Unidos se convulsionan con los inmigrantes
y/o refugiados políticos. Barajan y barajan ideas acerca de cómo
detener y aplastar la inmigración de los países pobres,
y como atraer aquella que les es necesaria.
Porque sucede que Europa sigue envejeciendo. No hay forma de aumentar
los nacimientos y lo pavoroso para los gobiernos es que sus ciudadanos
viven más largo. La larga vida, tan deseada, se convierte en un
estigma terrorífico futuro.
Un amigo que vive en el sur de Austria me envió la traducción
del principal artículo del diario de su comuna. El titular principal
es: "El Valle de las Rosas se extingue".
En rigor se trata de estadística de la alarmante reducción
del crecimiento de la población. El estudio publica lo que sucede
en diez comunas. Y agrega que la participación de la juventud en
la población total bajará al 11,8 en el año 2050.
En tanto la población de más de 60 años, que actualmente
corresponde a un 23%, subirá a un 39,2.
La esperanza de vida que es de 77 años para los hombres y 82,8
para las mujeres también cambiará: será en el 2050
de 84,6 y 89,7 respectivamente.
Estas cifras son parecidas en la mayoría de los países europeos.
La cuestión es ¿quién mantendrá a esos jubilados
de tan larga vida? , escribe mi amigo que informa que en este país,
en este período, se están expulsando mensualmente a centenares
de inmigrantes.
Las
mentes europeas más "brillantes" se ocupan del tema inmigración
y proponen proyectos o simplemente anuncian decisiones como expulsiones
masivas de "ilegales".
En Alemania, en el estado de Hessen, el ministro del interior aprobó
la idea de implementar un test para extranjeros que pretendan residir
en Alemania y obtener la ciudadanía. Son 100 preguntas sobre historia,
cultura, geografía, etc. Muchos opinaron que si aplicaran el test
a los propios alemanes más de la mitad no sabría las respuestas
correctas.
Finalmente los ministros del interior de todos los estados alemanes optaron
por establecer como obligatoria la asistencia a un curso de ciudadanía
alemana y de valores occidentales y cristianos. Al final del curso habrá
un test que no se llamará test. Por el desprestigio que generó
el test de las 100 preguntas propuesto por los estados de Hessen y de
Baden-Württemberg.
Las otras condiciones para residir y ser alemán son el haber vivido
no menos de 8 años; durante ese periodo no haber tenido condenas;
expresar su lealtad con el estado alemán mediante declaración
oficial, comprender y hablar el idioma, devolver el pasaporte del país
de origen y no tener vínculos con organizaciones extremistas.
JURAMENTO ALEMAN
A
propósito del Test de Hessen recuerdo que en la documentación
sobre "La colonización del sur de Chile" aparece la información
de que entre los primeros inmigrantes que llegaron a nuestro país
hubo varios que provenían de este estado alemán.
Arribaron en el barco Catalina que llegó a Corral, Valdivia, el
25 de agosto de 1846.
En la lista figuraban Georg Aubel y su esposa Elisabeth Crass, Johannes
Ide y su esposa Catherine Herwig (fallecida durante la travesía)
y sus cinco hijos, entre otros que habían nacido en Hessen.
¿Por qué los alemanes en ese período debieron abandonar
su país para siempre? En el mismo libro lo explica, entre otros,
el barón de Reichenbach, en 1850, cuando dice que el descontento
en Alemania es universal; sus habitantes desesperados, están dispuestos
a seguir al que les ofrezca primero una patria mejor, aunque se encuentre
al fin del mundo.
Escribe el barón al gobierno chileno:
"Yo mismo no pude expatriarme, tengo ya edad y me encuentro arraigado
al suelo; (globos ad sereptuo) aunque estoy lleno de indignación
al ver el desenvolvimiento de los negocios políticos en Alemania
y la suerte funesta que amenaza, quizás, a nuestros hijos y a nuestra
posteridad. Por ahora no podría dar otro consejo a mis compatriotas
que el de ir a buscar una patria mejor, bajo un cielo más feliz
que el nuestro, y con una constitución liberal y benévola
que respete la dignidad del hombre".
Otro alemán, Alfredo Poppe, escribe al gobierno chileno en marzo
de 1851, a nombre de la Casa Godefroy e hijo, solicitando más beneficios
para los inmigrantes.
En su carta dice:
"La clase labradora en Alemania es indigente y hay pocos entre ellos
capaces de pagar su pasaje y de costear los primeros gastos de un establecimiento.
A estos se propone vender estas tierras a un precio bajo, dándoles
plazos para su pago, hipotecando ellos el precio de compra y el importe
del pasaje que acaso han quedado debiendo. Al mismo tiempo espero que
el gobierno dé orden para que estas contratas celebradas en Alemania
tengan fuerza en Chile y que sean libres del derecho de Alcabala".
En esta documentación reunida por Emilio Held Winkler, descendiente
de una de las familias colonizadas de Chile, están claros los fundamentos
de la inmigración alemana: desesperados huyen de las persecuciones
políticas, de la guerra, de la miseria...
¿Acaso no son las mismas razones que movilizan a los actuales inmigrantes
que llegan a Europa? Huyen de las guerras, persecuciones, miseria...
Sin embargo, Europa, ha perdido la memoria y la decencia, pues no admite
que ayer ellos mismos fueron inmigrantes y que hoy debería tener
una actitud comprensiva, receptiva y respetar la dignidad del hombre,
como en su tiempo pidió el barón de Reichenbach.
ASIMILACION Y/O IDENTIDAD
Sin
embargo, hay una diferencia notable entre los inmigrantes europeos y los
actuales sobre los grados de asimilación. Es un dato conocido que
el inmigrante asimilado, cuando es inculto o influido por la derecha,
es más papista que el papa.
Cuenta Vicente Pérez Rosales, encargado por el gobierno chileno
de la colonización alemana en Valdivia, que después de entrevistarse
con los emigrados, éstos le dijeron o prometieron lo siguiente:
"Seremos chilenos honrados y laboriosos como el que más; defenderemos
a nuestro país adoptivo uniéndonos a las filas de nuestros
nuevos compatriotas, contra toda agresión extranjera, con la decisión
y firmeza del hombre que defiende a su patria a su familia y a sus intereses.
Nunca tendrá el país que nos adopta por hijos, motivos de
arrepentirse de su proceder ilustrado, humano y generoso".
Le Pen estaría feliz con una declaración de este tipo, pues
su divisa es: "Ama a Francia, o vete".
Sin embargo, si pensamos en los turcos en Alemania o los inmigrantes de
procedencia africana o árabe en Francia, se advierte de que las
principales dificultades se producen en el campo religioso y cultural,
pues los la mayoría de los inmigrantes actuales se mantienen leales
a su identidad de origen.
En el fondo la mantención de las diferencias resultan insoportables
a algunos sectores nacionales europeos. No pueden convivir con la tolerancia
hacia la diferencia, la sufren. Creo que esa dificultad está asentada
en que son países que han tenido innumerables guerras y además
tienen miedo a perder la identidad cultural occidental. De ser verídico
este aserto indicaría que esta cultura padece de precariedad.
Naturalmente que no sólo los alemanes sino los europeos inmigrantes
recibieron todo tipo de facilidades en los países que los acogieron
durante los siglos XIX y XX.
Lo demás es historia conocida. Al menos en Chile esos inmigrantes,
en su mayoría, tuvieron hijos, se expandieron, arrebataron las
tierras a los indígenas, se convirtieron en grandes latifundistas
que perpetuaron la miseria de los inquilinos chilenos.
Del confesado amor inicial a Chile optaron después por la autarquía,
no se mezclaron con los nacionales, simpatizaron y apoyaron el nazismo,
muchos se integraron a las Fuerzas Armadas y fueron ejecutores durante
la dictadura de Pinochet.
Pero el pasado los persigue: ahora se busca en Chile al "Carnicero
de Mathausen". Su hija y cuatro nietos viven en Chile. Aribert Heim,
es el criminal de guerra nazi. Los Heim viven justamente en la IX y X
Región donde se despojó de sus tierras a los aborígenes.
En
Francia el ministro del interior, Nicolás Sarkozy, ha reeditado
las prácticas esclavistas de la selección por las cualidades.
Durante los tres siglos que duró la esclavitud, estos eran elegidos
por la fortaleza física, los dientes sanos y habilidades.
Ahora el ministro quiere seleccionar a los inmigrantes por sus cualidades:
trabajadores calificados, personas talentosas y estudiantes brillantes
podrán ingresar a este país para contribuir al "esplendor
de Francia". Así Francia se ahorra los gastos de la educación
y calificación.
Se inaugura la "trata de cerebros" como declaró un dirigente
africano al criticar la medida pues torpedea el derecho al desarrollo
de este continente.
Este ministro quiere tapar todas las vías de ingreso de los inmigrantes
indeseables. La estadística ha demostrado que más y más
franceses y francesas se casan con extranjeros. En 1997 hubo 15 mil matrimonios
mixtos, en el 2004 se elevaron a 50 mil. Pues bien, se acaba eso de que
el marido o la esposa de un francés, por esa condición,
acceda a la ciudadanía.
Además el proyecto de ley Sarkozy establece que 10 años
de permanencia no dan automáticamente la condición de francés.
Se estudiará caso por caso. Y los parientes tendrán aún
mayores dificultades para ingresar a Francia.
Y obviamente los postulantes a franceses deberán estudiar clases
de educación cívica y de idioma.
En realidad la mayoría de los inmigrantes que llegan a Francia
pertenecen al antiguo imperio colonial esclavista de ese país.
Esas ex colonias se caracterizan por el atraso y la miseria. Los franceses
no produjeron ningún adelanto ni antes ni ahora. Sólo expoliaron.
Por eso produjo indignación el intento de revisar el pasado colonial
francés cuando en un proyecto de ley se incluyó la frase
que destacaba "el papel `positivo de la presencia francesa en Ultramar,
especialmente en Africa del Norte".
En
el único país europeo donde he visto en el metro que los
„blancos" evitan sentarse al lado de un hombre de color fue
en París, donde muchos franceses se mueven como si fueran el ombligo
del mundo, caminan ligeros, olvidando una historia inicua que moralmente
les obligaría a compensar a millones de descendientes de esclavos
y de países despojados de tantas riquezas naturales.
Los ex-colonialistas europeos son administradores de esas riquezas, y
tratan de mantenerla por todos los medios; así Francia puede exhibir
un producto bruto per cápita de 22 mil 897 dólares USA,
una tasa bruta de matriculación de 94 por ciento y una esperanza
de vida al nacer de 78.4 años.
En cualquiera ex-colonia francesa la vida es un calvario. Por ejemplo,
Camerún, tiene mil 573 dólares por persona anuales, una
tasa de matriculación de sólo un 43 por ciento y la esperanza
de vida al nacer es de 50 años.
Un francés puede vivir 38 años más. Las causas son
obvias. ¡Si fuera francés viviría por lo menos esos
años avergonzado! O a lo menos no sería racista sobre quienes
arrebataron años, vida. O haría algo para reparar tanto
sufrimiento y miseria provocada en las ex-colonias.
Ese hombre de color que vi discriminado en el metro de París desciende
de los esclavos que tuvo el imperio colonial francés, puede ser
argelino, nigeriano, congolés o de otra decena de ex-colonias castigadas
por la civilización cristiano-occidental.
Y ese francés o francesa, tan bien vestido, que arrastra una historia
de cultura escrita por ellos mismos, arrastra ese fardo del despojo empezando,
por supuesto, con el gran negocio del tráfico de esclavos.
En mi país se vende en las calles pasas para la memoria, con ellas
habría que alimentar durante algunos años a los europeos,
que traguen pasas, que devoren pasas y asuman su historia de infamias,
y que cuando vean a un negro, o asiático o sudaca, vean también
de qué país viene, y qué robaron y qué hicieron
con esa población, y, entonces, quizás comprendan que esos
inmigrantes tienen derecho a vivir en París, Londres, Bruselas,
Madrid, Berlín o Ámsterdam.
Y aquellos países que no fueron potencias coloniales deben admitir
que todas las riquezas saqueadas de los actualmente países en desarrollo
fueron también utilizadas para su desarrollo. No hay museo importante
en alguna capital europea que no tenga objetos enajenados de antiguas
culturas. ¡Si hasta la corona de los aztecas se encuentra en Viena!
CHILENOS EN EUROPA
La
discriminación, el racismo y la violencia en contra de los extranjeros
están presentes en toda Europa. Pero seria equivocado creer que
esas manifestaciones irracionales son únicas o aplastantes, aunque
si, de acuerdo a encuestas, mayoritarias.
Hace 24 horas me llamo un conocido que vive en Viena. Uno de sus amigos
es un chileno, llamémosle F, el cual conoció a una estudiante
austriaca que hizo algún curso en Chile, se enamoraron y el se
vino con ella a vivir a este país.
Mi amigo me dijo: el F. estaba tocando su guitarra ahí afuera de
la Universidad y tenía unos aros artesanales que vende uno de sus
amigos latinoamericanos que en ese momento se había ausentado.
Pues bien apareció un policía y lo comenzó a interrogar.
El dijo que simplemente tocaba su guitarra y que los aros no eran suyos.
El policía le dijo que estaba prohibido vender aros y tocar la
guitarra a cambio de dinero. El estudiante chileno le contestó
que no tocaba por dinero y que sabía que en ningún lugar
público estaba prohibido hacer música. Pues sí, le
dijo el policía, aquí esta prohibido tocar la guitarra y
le ordenó retirarse. F dijo que no tenía por qué
irse. Palabras van y vienen y el policía entró entonces
a hacer valer su fuerza, su poder armado por el Estado. Puso a F. contra
la pared. Vinieron en su auxilio otros tres uniformados.
Naturalmente algunos estudiantes universitarios advirtieron esta discusión
que produjo alarma cuando F, a gritos, pidió ayuda
Algunas muchachas se interpusieron ante los policías para defender
a F. Acudieron otros estudiantes a solidarizar. Sin embargo, a pesar de
las protestas, F fue llevado detenido. Pero hubo una veintena de estudiantes
que fueron a declarar a su favor, denunciando el acoso e innecesaria violencia
policial.
F. fue posteriormente liberado pero deberá pagar una multa por
250 euros.
La reacción de F. es de absoluta normalidad. Ningún estudiante
chileno que ha pasado por la Universidad permitirá un atropello
a sus derechos, mucho menos policial. No sólo porque hay dignidad
de por medio, sino porque en la Universidad en Chile no sólo se
aprende una determinada carrera profesional, sino que cada estudiante
se forma políticamente. La educación cívica se vive
en la Universidad porque existen los grupos políticos organizados
y las elecciones de los organismos estudiantiles. Por lo demás
la república y el régimen democrático chileno cumplirán
doscientos años en el 2010. La excepción fue la dictadura
de Pinochet y los militares. Esa dictadura representó justamente
la utilización del poder armado del Estado en contra de la dignidad
chilena.
La reacción de los estudiantes de la Universidad de Viena, apoyando
al chileno F. es destacable. En la capital austriaca hay una especial
sensibilidad ante las acciones policiales en contra de los extranjeros.
Porque existe en la memoria colectiva casos emblemáticos de esa
violencia.
Ninguna persona sensible puede olvidar los nombres de los africanos Omofuma
y Cheibani. El primero, de 25 años, murió durante el viaje
de expulsión por avión, en mayo de 1999, pues los encargados
policiales le taparon la boca con adhesivos. Omofuma padecía asma.
Cheibani Wague, mauritano, estudiante de física, falleció
durante su aprehensión en julio del 2003. Un aficionado filmó
el video donde se le ve tendido en la calle, sobre el pavimento, aplastado
por las botas de policías y sanitarios. Lo tenían boca abajo
y esposado
Aparentemente la corrección y la denuncia de la historia parda
no la aprenden todos. Aunque recién se acaba de realizar, como
cada año, una ceremonia para recordar a las víctimas del
campo de concentración nazi de Mathausen.
Lo último que quisiera decir es que pensemos en lo que le pasó
a F en Viena cuando vemos caminar por Santiago a algún peruano
o boliviano. Quizás también su andar sea el de los chilenos
que viven en Europa o el de los mexicanos en Estados Unidos. O el de Tea-Bag.
Miguel
Gómez S.
Segunda semana mayo, 2006
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