Si usted, amiga  o amiga, llega a Chile después de algunos años de ausencia advertirá como el  signo social más característico que en el país se lucha puerta a puerta contra  un gobierno y un sistema que impone la injusticia social. 
      Eso advierto;  además, anotaría que el gobierno de derecha de Sebastián Piñera, (según todas  las encuestas representa a una minoría) se ve enfrentado a una mayoría que no  quiere seguir viviendo como hasta ahora: bajo   un sistema de libre mercado (impuesto por la dictadura) cuyo afán diario,  de lectura neoliberal, es preservar privilegios. 
 Al mismo tiempo la  alianza que le dio origen al gobierno da señales que no puede seguir gobernando  como hasta ahora. En esta coalición se marcan diferencias que pudieran  convertirse en antagonismos irreconciliables. 
      Sucede que el  pinochetismo, que sobrevive en ambos partidos  (UDI y Renovación Nacional) tiende a hacer  oposición a lo que hace o no hace Piñera.   Este, a su vez, cuenta con algunos senadores y diputados “leales” al  gobierno que tienden a una práctica política de centro derecha.
 Ese pinochetismo,  (principalmente en la UDI) quiere imponer una historia oficial sobre la  dictadura y consolidarla con mayor represión hacia la sociedad. En esta  estrategia se inscriben numerosos hechos, entre otros,  el intento de cambiar en programas de  estudios de historia el concepto de “dictadura” por “régimen militar”. 
      Otros rasgos de  la política de esta derecha que se dieron en un período brevísimo del cambio de  año:
1.-La respuesta del gobierno a las manifestaciones y ocupación de locales de los estudiantes ha sido el envío de la llamada “ley Hinzpeter” o ley anti-tomas. El proyecto de ley criminaliza las protestas al aumentar de 541 días a 3 años de presidio a quienes inciten, promuevan o fomenten actos de fuerza o violencia. La ley es ambigua y de amplio alcance y en esencia pretende paralizar las protestas estudiantiles mediante la violencia represiva y las consiguientes penas de cárcel para los estudiantes. Por añadidura ha pretendido que los medios de comunicación estén obligados a entregar material (fotos o filmaciones) para identificar a los responsables.
2.- El ministro  del interior acusó a los mapuche de provocar incendios en la Araucanía, es  decir prejuzgó y criminalizó. Los carabineros, adoctrinados por este tipo  repetitivo de discurso oficial, arremeten contra los acusados sin prueba alguna.  Así se publica un video donde los pacos golpean a una mujer mapuche que lleva a  un niño en sus brazos. Este episodio se conoce al mismo tiempo cuando en otro  video se observa a soldados norteamericanos que orinan sobre cadáveres afganos.  Ambos son comparables en bajeza y cobardía; despiertan ira y rebeldía. 
      3.- El senador  de la UDI, Jovino Novoa,  prominente funcionario durante la dictadura, declara que no habrá reformas  políticas. Otro sujeto del pinochetismo, senador Hernán Larraín, dice que el  presidente Piñera se salió del libreto al pretender un acuerdo entre el  gobierno y la oposición para reformar el sistema electoral binominal. Le  enmiendan la plana al presidente. Este aparece como entregado a la UDI.
4.-El alcalde de Providencia, coronel retirado, Cristián Labbé, de la UDI, toma draconianas medidas en contra de los profesores y estudiantes que participaron en protestas y ocupación de liceos. Muchos son expulsados, a otros niega la matrícula. Esto después que este ex agente de la DINA y torturador organizara en esa comuna el homenaje a uno de los mayores criminales de la dictadura, el oficial del ejército en retiro, vinculado al asesinato de Víctor Jara y condenado por crímenes de lesa humanidad, Miguel Krassnoff Martchenko.
5.-El alcalde de Ñuñoa, Pedro Sabat, de Renovación Nacional, califica la ocupación del Internado Nacional Femenino como “puterío” realizado por alumnas “tontitas”. También expulsa a profesores y cancela las matrículas de los estudiantes que participaron en manifestaciones y ocupación de locales exigiendo fin al lucro en la educación. Sabat, asimismo, se declaró desilusionado completamente del gobierno. "Las encuestas lo dicen, no cumple ninguna expectativa, ni de los que nos reventamos 20 años para que salieran elegidos, ni menos de los que votaron a última hora.” declaró el político de Renovación Nacional.
El presidente  Piñera, errático, se debate en el dintel de esas contradicciones a las que suma  la carga de yeta, como dicen los argentinos a los que atraen la mala suerte o  jettatore, que en dialecto napolitano representa a quien echa la mala suerte  sobre los demás. En el caso de Piñera  muchos  creen que trae mala suerte al país si se consideran las catástrofes acontecidas  desde que asumió el poder.
      Por todas las  consideraciones muchos afirman que Piñera incendia Chile. Esta hipérbole  representa, ni más ni menos, el hecho que la política del gobierno de la  derecha provoca en Chile exasperación social. Muchos piensan que el presidente  se encuentra situado al borde de la  ingobernabilidad.
INCENDIOS EN LA ARAUCANÍA
Si pienso que en  la tragedia de los incendios en Torres del Paine y en la Araucanía,  con la que partió el 2012, opera algo tan  sencillo y complejo como no prever y tomar las medidas correspondientes.
      La falta de  recursos para combatir los incendios genera improvisación la cual conduce a que  mueran trabajadores mal preparados. Los 7 brigadistas que murieron calcinados en  Carahue habían tenido solo 4 días de instrucción. Se improvisó con ellos y su  propia responsabilidad la tapó,  Gerardo  Cerda, dueño de la empresa de servicios forestales, cuando se lavó las manos al  declarar que  “nadie obliga a nadie a  combatir hasta morir, eso que quede claro.”
      En el caso de  los incendios de la Araucanía, específicamente en Carahue, el gobierno culpó a  los mapuche. No ha sido una acusación en contra de personas concretas sino  lanzó el estigma de la muerte de siete brigadistas. 
      En medio de una  acción mediática el ministro del interior,  Rodrigo Hinzpeter, invocó la ley anti terrorista  luego de atribuir responsabilidades por los incendios a los mapuche. En esencia  se trata de contar con instrumentos para reprimirlos. "Detrás de estos  incendios que son provocados de manera deliberada se esconden conductas  terroristas", reafirmó Piñera.
El abogado, Juan Loncón, interpuso un recurso de amparo preventivo en contra del ministro del interior puesto que acusó a las comunidades mapuche sin ninguna investigación ni prueba alguna. Denunció que en el gobierno hay una actitud racista y discriminatoria.
En los análisis que hacen los expertos por las causas de los incendios se relacionan otros elementos. Por ejemplo, se dice que la siembra de los pinos y eucaliptos (subsidiados por el gobierno) cambian la fisonomía de la naturaleza. Secan tierras, succionan napas subterráneas y generan desiertos. Si se suman las altas temperaturas tenemos las premisas para los incendios.
Los pinos, además,  son víctimas desde el año 2001 de la plaga del siex noctilio. Se registran auto  atentados de las propias empresas forestales para destruir la plaga mediante el  fuego. Todas las regiones desde el Maule hasta la de Los Lagos están afectadas  por el siex noctilio. Numerosas localidades están bajo cuarentena.
      Existen todos  los elementos para sospechar de las propias empresas forestales en los  incendios registrados en la Araucanía.
¿NUEVA IZQUIERDA?
Decía al comenzar esta crónica que la mayoría social, impulsada por la lucha de los estudiantes durante el 2011, resiste todas las arbitrariedades. Nada sucede sin que se produzca la denuncia, la movilización, las barricadas… Esta lucha se dispone bajo diversas formas, moviliza variados sectores y atraviesa todas las instituciones.
Si bien el  objetivo y práctica política de la dictadura de Pinochet buscó barrer con la  izquierda, y en alguna medida lo logró con asesinatos y desapariciones, los  hijos y nietos de quienes fueron asesinados o expulsados del país toman el  relevo. 
      La juventud  actual representa un cambio profundo de la izquierda, es desafecta a los  partidos políticos, supera el miedo y el individualismo que incrustó Pinochet y,  por tanto, lucha por el cambio del sistema.
La movilización de esa juventud, que se prolongó por siete meses durante el año pasado, generó numerosos efectos. Uno de ellos es la propuesta de la DC y RN de modificar el sistema político. Este acuerdo aparece propiciado por un partido de la Concertación y por Renovación Nacional.
En el documento aprobado,  “Nuevo régimen político para Chile”, reconocen ambos partidos la desafección y  crítica ciudadana al actual sistema. Proponen descentralizar y democratizar el  poder para asegurar la gobernabilidad del país. 
      Desde ya el  gobierno rebajó su importancia y la UDI lo rechazó. Quizás pueda ser una puerta  de entrada a los cambios. Hasta dónde llegará, en relación a la democratización  del poder, dependerá básicamente de los niveles y amplitud de la movilización  social y política.
Bajo estas consideraciones yo creo que 2012 producirá cambios significantes en el escenario político y social en Chile.
      Miguel Gómez S
      Enero, 2012
